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El juez Pablo Yadarola, un magistrado conocido por su perfil bajo, se encuentra nuevamente en el centro de la atención mediática. En esta ocasión, Yadarola es el encargado de investigar las presuntas irregularidades vinculadas al arribo a Argentina de un avión privado, propiedad del empresario Leonardo Scatturice (cercano al Gobierno), que transportaba diez valijas que habrían ingresado al país sin los controles aduaneros correspondientes. Esta situación remite a un episodio de gran exposición pública que el juez protagonizó en 2022, al viajar a la estancia del multimillonario Joe Lewis en Lago Escondido, Patagonia, en compañía de un grupo de influyentes funcionarios, exmiembros de la SIDE y directivos del Grupo Clarín.

Una trayectoria marcada por casos de alto impacto y definiciones contundentes

Pablo Yadarola, titular del Juzgado en lo Penal Económico N°2, se recibió de abogado en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y comenzó su carrera profesional en 1997. Sus primeros pasos fueron como auxiliar y escribiente en el juzgado nacional de instrucción criminal N°3 en el Palacio de Tribunales, para luego desempeñarse en el juzgado N°4 y en los tribunales de Quilmes.

Su gran oportunidad profesional llegó en Comodoro Py en 2002. Gracias a la confianza de Sergio Torres –en aquel entonces a cargo del Juzgado Federal N°12 y hoy juez de la Suprema Corte de la provincia de Buenos Aires–, Yadarola ascendió hasta convertirse en secretario.

Desde su juzgado en lo Penal Económico N°2, tuvo a su cargo resonantes expedientes. Entre ellos, el caso de la "valija de Antonini Wilson" en 2007, que implicó la llegada al país de casi 800.000 dólares provenientes de Venezuela. En esa ocasión, Yadarola procesó al entonces ministro de Planificación Julio de Vido y al titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, sentenciando que "no se puede tolerar que el Estado sea instrumento de maniobras que impliquen blanqueo de capitales”. En 2018, participó en operativos conjuntos con la Aduana y la Homeland Security de Estados Unidos, logrando secuestrar armas de alto poder que habían ingresado al país por correo postal.

En 2019, volvió a generar controversia mediática al ordenar la incautación de bienes millonarios, entre ellos la Ferrari F355 Spider de Diego Maradona, que había terminado en manos de un hombre acusado de narcotráfico. Consultado sobre este procedimiento, Yadarola declaró que “la Justicia penal económica tiene que servir no solo para perseguir delitos, sino para recuperar activos que son fruto de la criminalidad”. En el ámbito judicial, se lo describe como una persona formal, reservada y "muy cuidadosa de su trabajo", que disfruta de los debates jurídicos y se irrita ante las operaciones mediáticas.

El controvertido "escándalo de Lago Escondido"

La mayor visibilidad pública del juez Yadarola ocurrió en 2022, cuando se reveló su viaje a la estancia de Joe Lewis en la Patagonia. Formó parte de un selecto grupo que incluía a otros magistrados, funcionarios, exespías y ejecutivos del Grupo Clarín. Todos ellos fueron objeto de una investigación por el presunto delito de aceptación de dádivas, a raíz de la filtración de chats que sugerían un intento de ocultar el viaje.

"Todo esto surge de espionaje ilegal. No hay nada ilegal en el viaje. No recibí ningún regalo ni dádiva”, respondió Yadarola en su momento, presentando una denuncia por la forma en que la información había sido filtrada mediante el hackeo de un celular. El diario Página/12, que dio la primicia sobre el tema, sugirió que el encuentro en la propiedad de Lewis habría tenido tres objetivos específicos: diseñar estrategias para perseguir a exfuncionarios del gobierno de Cristina Kirchner, garantizar impunidad judicial para Mauricio Macri y planificar acciones de cara a la campaña electoral de 2023.

Finalmente, el juez federal Sebastián Ramos decidió anular la causa que investigaba el viaje y sobreseyó a Yadarola y a todos los imputados en el expediente. La lista de sobreseídos incluyó a figuras como Julián Ercolini (juez federal de Comodoro Py); Carlos Mahiques (camarista de Casación); Pablo Cayssials (Fuero en lo contencioso administrativo); Juan Bautista Mahiques (jefe de los fiscales porteños); Marcelo D’Alessandro (exministro de Justicia y Seguridad de la Ciudad); Leonardo Bergroth (exfuncionario de la SIDE); Tomás Reinke (asesor de comunicación); y los directivos del Grupo Clarín Pablo Casey y Jorge Rendo.