La Cámara alta celebra este jueves una sesión atípica, sin acuerdo político, "palanqueada" por los gobernadores y llamada por el bloque de Unión por la Patria. El gobierno presiona a Victoria Villarruel que resiste el embate.

El Senado celebra una sesión atípica, sin acuerdo político y con la posibilidad de que el recinto se convierta en el nuevo frente de conflicto entre el Gobierno nacional y el Congreso. Sin haber alcanzado consensos en la reunión informal del martes, el bloque de Unión por la Patria (UP) y bloques de opositores se autoconvocaron y lograron el quorum para este jueves.

La sesión comenzó pasadas las 14 y el peronismo sumó el apoyo de los legisladores que responden a los gobernadores. Entre los temas que el Gobierno nacional rechaza, está el aval al reparto de fondos que reclaman las provincias, aumento para jubilados y la emergencia en discapacidad, entre otros.

Si, como se espera, se aprueban esas iniciativas, el presidente Javier Milei podría sufrir un duro revés tras redoblar la apuesta con los gobernadores.

El acuerdo entre el peronismo y los gobernadores permitió superar el número mínimo de 37 legisladores, llegaron a 42. Con ese número, se podrìan aprobar los siete temas puestos a consideración. Los dos primeros son jubilaciones y discapacitados, en ese orden.

Tres de ellos son medias sanciones emitidas por la Cámara baja el pasado 4 de junio: un aumento para los jubilados; la prórroga de la moratoria previsional, y la declaración de emergencia en discapacidad. Si prosperan hoy, serán ley.

Los gobernadores impulsan otras dos iniciativas: una reforma al reparto de Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y la distribución entre Nación y las provincias del impuesto a los combustibles líquidos.

Completan el temario el debate sobre el veto presidencial a la ley de emergencia en Bahía Blanca (es decir, insistir con esa norma) y una declaración sobre la resolución de la Justicia norteamericana en el tema YPF.