Con motivo de conmemorarse el Día Internacional del Cáncer Infantil, desde el ministerio de Salud ponen en valor el trabajo que se lleva adelante en el Hospital Castro Rendón.
El 15 de febrero es el Día Internacional del Cáncer Infantil, una oportunidad para sensibilizar y concientizar sobre la importancia de la detección precoz y el acompañamiento multidisciplinario a los niños, niñas, adolescentes y familias que lo transitan.
“Este día lo tomamos como una oportunidad para recordar la importancia del diagnóstico precoz en el cáncer infantil, porque es una enfermedad potencialmente curable en niños, niñas y adolescentes”, afirma María Cecilia Bertone, médica hemato oncóloga infantil del equipo interdisciplinario que aborda el cáncer infantil en el Hospital Provincial Neuquén Dr. Eduardo Castro Rendón.
En la misma línea, la médica pediatra y jefa de servicio de Pediatría, Mariana Casullo enfatiza que “el cáncer es una enfermedad, digamos que la palabra ya de por sí causa mucha impresión, pero en la población infantil tiene muchas más probabilidades de curarse, siempre y cuando sea detectado a tiempo y en condiciones de cercanía de la salud”.
En ese punto, Casullo menciona que “justamente nuestra provincia tiene una característica, que es tener una red, entonces por lo general nuestra población circula por efectores sin tener muchas dificultades”.
Igualmente, “la primera puerta es un médico pediatra o un médico generalista que está capacitado para atender pediátricos” dice Bertone y puntualiza que “hay varios signos y síntomas que los alertan para poder derivar precozmente cuando se tiene una sospecha de cáncer infantil, contamos con una red establecida donde está el acceso a la consulta”.
En el HPN además de atender pacientes oncológicos pediátricos neuquinos, se recibe a niños y niñas de Río Negro, Mendoza, La Pampa y otras provincias aledañas, porque es Centro de Alta Complejidad y referente en Salud Pública de la Patagonia para estas patologías.
Bertone indica que “recibimos pacientes sin cobertura social y con cobertura social, es importante poner énfasis en las derivaciones oportunas y el diagnóstico precoz; los niños que recibimos ingresan derivados de otros centros y requieren un abordaje multidisciplinario de los pacientes y sus familias, porque son niños, niñas y adolescentes que no están solos y cuando reciben un diagnóstico de esta enfermedad oncológica, comienza un largo camino por delante, tanto de tratamiento como de seguimiento”.
En ese sentido, Casullo sostiene: “Es una enfermedad que atraviesa a la familia desde el diagnóstico, y que los tratamientos pueden durar hasta dos años”, y explica que “se modifica totalmente la vida, la escuela, el juego, las relaciones familiares, el trabajo, entonces no es solo el diagnóstico sino que en realidad es una modificación familiar que puede llegar a traer dos o tres años de tratamiento intensivo cercano al hospital”.
Relacionado a los tratamientos tiene un lugar importante el servicio de Hospital de Día. “Más allá de lo que hacen cuando están internados, también son seguidos en ambulatorio, y nosotros tenemos por ejemplo el Hospital de Día que es un lugar donde el paciente viene durante el día y se va a la casa, o sea que nosotros lo seguimos como equipo de salud en todas las instancias: en el diagnóstico, en el tratamiento y después en los cuidados ambulatorios”, dice Casullo.
Ese es otro punto en el cual la organización de los establecimientos de Salud Pública se potencia porque “la red de nuestra provincia nos permite que el paciente que rápidamente vuelve a su casa, que es un derecho de los pacientes oncológicos, con bastante comunicación con los pediatras del interior, se les puede controlar las situaciones cotidianas y después el paciente se acerca a hacer los controles oncológicos con nosotros”, comenta la médica pediatra.
Para concluir Bertone sostiene que “es muy importante individualizar cada paciente y su familia, la asistencia hacia ellos es algo que implica mucho esfuerzo, entregamos todo, porque más allá de ser médico o enfermero o cualquiera de la profesiones que ejercemos en el hospital, somos personas y ponemos el corazón en lo que hacemos”, y agrega “es clave ponerse en el lugar del paciente, porque son situaciones muy complejas, aparecen muchas cosas en juego más allá de la enfermedad, cuestiones emocionales, sociales y se tiene que abordar todo, porque tiene que ver con el éxito de un tratamiento y la posibilidad de que ese paciente se pueda curar”.
El HPN cuenta con un equipo interdisciplinario que realiza la atención de los pacientes como así también el acompañamiento de cada familia. Está conformado por: oncólogas pediátricas; enfermería especializada; un equipo de farmacéuticas/os que se encargan de la preparación de drogas oncológicas; y pediatras que realizan el soporte clínico de los pacientes. También lo conforman las áreas de Hospital de Día que realiza la atención ambulatoria; Hemato Oncología; Cuidados paliativos; y Salud Mental a través del equipo psicosocial.
En el servicio se asisten niñas y niños, hasta los 16 años. Habitualmente se realiza un diagnóstico de entre 15 y 17 pacientes nuevos por año de distintas patologías. Los cánceres más frecuentes son las leucemias, seguido de los tumores del sistema nervioso central y en tercer lugar los linfomas. Hay que destacar que todo queda asentado en el Registro Oncopediátrico Hospitalario Argentino (ROHA).