El gobierno de Mark Rutte busca frenar el implacable avance de la variante Ómicron con estrictas restricciones que incluyen las celebraciones de fin de año.
El Gobierno de Países Bajos impondrá a partir de este domingo un confinamiento estricto en el país para intentar contener la rápida propagación de la variante Ómicron del coronavirus, que incluirá la fecha de las Fiestas y durará hasta mediados de enero, anunció el primer ministro en funciones, Mark Rutte.
"Estoy aquí esta noche con un estado de ánimo sombrío. Para resumirlo en una frase, Países Bajos volverá al confinamiento a partir de mañana", dijo Rutte en una conferencia de prensa televisada.
"La variante Ómicron se propaga más rápido de lo que esperábamos", agregó.
La medida conlleva a que todos los comercios no esenciales -como restaurantes, bares, cines, museos, peluquerías y gimnasios- deberán permanecer cerrados desde este domingo hasta el 14 de enero, mientras que los colegios podrán reabrir a partir del 9 de enero.
Además, se cancelan todas las ferias navideñas y sólo seguirán abiertas las tiendas de alimentos, farmacias, bibliotecas, estaciones de servicio y escuelas de manejo, según la agencia de noticias Sputnik.
En tanto, el número de personas que pueden ir como invitadas a un domicilio se redujo de cuatro a dos, a excepción del día de Navidad.
"Es algo inevitable por la llegada de la quinta ola y por la propagación, más rápida de lo esperado, de Ómicron. Ahora debemos actuar con precaución", sentenció Rutte.
Según el responsable del equipo holandés de gestión de la pandemia, Jaap van Dissel, Ómicron adelantará a Delta y será la dominante a final de año en el país.
En Países Bajos, cerca de un 86% de los adultos ha sido vacunado.