Por primera vez, en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA) se realizó un homenaje a los abogados laboralistas detenidos y desaparecidos en lo que se denominó “la noche de las corbatas”, ocurrida en el marco del terrorismo de estado entre el 6 y el 8 de julio del año 1977 en la ciudad de Mar del Plata.

Las cátedras de Derecho del Trabajo (Héctor García, Guillermo Gianibelli y Pablo Topet) organizaron este homenaje que incluyó un reconocimiento por su trayectoria a los abogados laboralistas Hector Recalde, Ricardo Cornaglia, Mario Eiffman, Pedro Kesselman y Carlos Szternsztejn.

El encuentro realizado en el aula 217 de la sede de la Facultad de Derecho, contó también con la presencia de la titular de la Asociación de Abogadas y Abogados Laboralistas, Cynthia Benzion, y la presidente de Corriente 7 de julio, Natalia Salvo.

Ante un aula repleta, con personas de pie en los pasillos, los abogados laboralistas distinguidos por su trayectoria, y especialmente por su compromiso con una actividad que traspasó a lo largo de la historia los límites de la defensa de los derechos del trabajador como tal, para extenderse a la defensa de los presos políticos y de quienes recuperan fábricas abandonadas por sus dueños, entre otras acciones, repasaron la situación que vivía el país bajo la dictadura militar en 1977, pero también recordaron sus tiempos de estudiantes bajo la presidencia del militar Juan Carlos Onganía entre 1966 y 1970

Así concluyeron que “el derecho social no es para flojos” como remarcó Cornaglia, para agregar que “nadie que esté en la defensa de los débiles puede abandonar esta pelea”.

“Está facultad me enseñó lo que es la lucha” afirmó Kesselman, quien recordó a todos y cada uno de los abogados desaparecidos en la Noche de las Corbatas y aseguró que hoy estamos en una “fascitización de la sociedad argentina de la mano del poder económico y con un poder político que se somete a ese poder económico”.

En ese sentido Carlos Szternsztejn consideró que en el plano internacional “hay luchas sociales, nuevas peleas antipatriarcales”, una “crisis civilizatoria” y que “no estamos ante un nuevo cambio del sistema capitalista: la derechización, el ecocidio, el cambio climático, hambrunas, inundaciones, el aumento de la desigualdad en todo el mundo”.

Ante esta situación recomendó sostener una “postura ofensiva. Mantener la matriz protectora. Debemos plantearnos desde un derecho del trabajo hacia la transformación social. Es necesario aportar al desarrollo de una sociedad basada en la libertad; operativizando los derechos que están en la Constitución”.

Por su parte Recalde describió que estamos “en una sociedad que está gozando una democracia relativa”; por lo que invitó: “aprovechemos esto para pelear para adelante. No basta con que haya proyectos. Tiene que haber compañeros y compañeras dispuestos a luchar por los derechos, por los nuevos derechos”:

“Revitalicemos la especialidad”, dijo Recalde, para recomendar que “acerquémonos con años, con cariño a quienes están sufriendo” e invitó a todes a pensar que la Justicia Social expresada en el artículo 75 de la Constitución Nacional “no es una paparruchada”, y como “puede ser una utopía, vayamos por la utopía”.