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El Gobierno nacional envió al Congreso un proyecto de ley con el que apunta a simplificar el trámite de divorcio, ofreciendo a los cónyuges la posibilidad de disolver el matrimonio por la vía administrativa y sin pasar por la Justicia.

El texto de la norma, firmado por el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona; el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el Presidente, Javier Milei, propone “implementar un divorcio simplificado, con mayor libertad y menos oneroso, permitiendo de esta manera a los cónyuges, a través del divorcio administrativo, disolver su vínculo matrimonial de mutuo acuerdo por una vía más simple, más rápida y más económica”.

Concretamente, lo que se hace es modificar el artículo 435 del Código Civil y Comercial de la Nación incluyendo el divorcio en sede administrativa como una de las causales de disolución del matrimonio. En la normativa vigente, los motivos de separación legal comprendían la muerte de uno de los cónyuges o la presunción de fallecimiento a través de una sentencia judicial y el divorcio declarado judicialmente. Ahora se busca equiparar el “divorcio en sede administrativa” con el declarado en sede judicial y para cerrar el proceso solo bastaría con “un simple trámite administrativo”, iniciado de mutuo acuerdo entre los cónyuges ante el oficial público encargado del Registro de Estado Civil y Capacidad de las Personas.

“Los divorcios judiciales demandan tiempo y dinero. Conlleva el gasto de sumas de dinero sustanciales por el costo del proceso y todo lo que ello implica. Además, el tiempo que insume el referido proceso implica para las partes que durante ese período de tiempo no podrán disponer de algunos de sus bienes con entera libertad”, se lee en uno de los fundamentos del proyecto que pretende otorgar “una mayor libertad a las partes para decidir cambios en su vida”, la par que apunta a “aliviar la carga sobre el sistema judicial”.