Un informe reciente revela que 390.000 personas se sumaron a la desprotección laboral en el último año, elevando la tasa al 44,1%. A pesar de un leve repunte en el empleo, la mayoría de los nuevos puestos son informales o de baja calidad, lo que agrava la situación económica de los trabajadores.
El mercado laboral argentino muestra un panorama desalentador. Un reciente informe del Instituto Argentina Grande (IAG) expone un aumento sin precedentes en la desprotección del empleo, la informalidad y la subocupación, afectando de manera desproporcionada a ciertos sectores de la población.
Desprotección laboral en aumento
En el último año de la administración de La Libertad Avanza, se sumaron 390.000 personas a la situación de desprotección laboral, lo que representa un aumento del 7%. Esto elevó la tasa de desprotección al 44,1%, el valor más alto registrado para un primer trimestre en la serie histórica (2017-2025).
La Secretaría de Trabajo destaca que, si bien el nivel de empleo tuvo una suba del 0,1% en junio, la dinámica laboral sigue estancada. La mayoría de los nuevos puestos creados son de baja calidad, sin aportes, estabilidad ni derechos sociales. Esto se refleja en que, por cada 100 trabajadores que perdieron su empleo, solo uno o dos lograron reinsertarse en el mercado formal.
Los más afectados son:
·Mujeres mayores de 66 años: La desprotección en este grupo creció un 14,6% en el último año, coincidiendo con el retiro de un 23% de estas mujeres del sector público y la constante pérdida del poder adquisitivo de sus jubilaciones.
·Jóvenes y trabajadores sin calificación: Los menos protegidos son aquellos sin capital para emprender y sin formación específica, lo que limita su capacidad para conseguir un empleo formal.
Empleo público y salarios por debajo del mínimo
El informe del IAG también señala una caída en la tasa de empleo protegido (del 40,5% al 40,3%) y un descenso del empleo público del 12% en el último año, alcanzando su valor más bajo en la serie histórica (15,5%).
Solo el 15% de los trabajadores despedidos en el último año pudo conseguir un puesto protegido (11% en el sector privado y 4% en el público). Mientras tanto, el 35% se reinsertó en el ámbito desprotegido, y el 25% se mantuvo desocupado.
La situación se agrava con los bajos ingresos: el 20,4% de los trabajadores gana menos que el salario mínimo. Esta desigualdad afecta especialmente a las mujeres, ya que el 28,7% de ellas cobra menos del mínimo, en comparación con el 14% de los hombres, según datos del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP).