El dólar volvió a moverse con fuerza en las últimas jornadas y dejó en evidencia un cambio de estrategia del Gobierno para mantenerlo dentro de la banda cambiaria. En medio de un clima político adverso tras la derrota electoral en la provincia de Buenos Aires, analistas advierten que la maniobra es riesgosa y depende de la capacidad del Banco Central (BCRA) para sostener la presión.
Este jueves, el billete cerró en $1.445 en el Banco Nación y a $1.432 en el mercado mayorista, a solo 2,8% del límite superior. En el segmento minorista, el promedio del Banco Central lo ubicó en $1.445,43 para la venta. Con cuatro ruedas consecutivas en alza, el dólar mayorista acumula un avance semanal de 5,7% ($77). El volumen operado en contado fue de u$s404 millones.
En las cotizaciones paralelas, el blue subió $25 y cerró en $1.410, el MEP quedó en $1.444,79 y el CCL alcanzó un récord nominal de $1.447,89, con brechas muy acotadas frente al oficial (entre 0,9% y 1,1%). El dólar tarjeta se ubicó en $1.878,5 y el cripto, en $1.437,97.
Giro en la estrategia oficial
El analista Andrés Reschini, de F2 Soluciones Financieras, señaló que el Ejecutivo desplazó al Tesoro del frente de intervención y dejó en manos del BCRA la defensa de la banda. Además, indicó que comenzó a relajarse la tasa de interés, lo que implica un esquema más “audaz” que, por ahora, el mercado convalida sin que la autoridad monetaria deba desprenderse de reservas.
Desde EcoGo Consultores coincidieron en que el Gobierno “dejó correr” al dólar con poca intervención en las primeras jornadas de la semana, aunque advirtieron que se observa una mayor participación en el mercado de futuros.
El Central también permitió una baja de tasas: en el mercado overnight de BYMA, el rendimiento descendió 1.000 puntos básicos, hasta 35%, y en la licitación de Letras con vencimiento en octubre convalidó intereses más bajos. El Tesoro, en tanto, logró renovar el 91,4% de los vencimientos por $7,2 billones, colocando $6,63 billones y recurriendo a depósitos en el BCRA para cubrir el resto.
El FMI pide transparencia
En paralelo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) volvió a pronunciarse sobre la política cambiaria argentina. La vocera del organismo, Julie Kozack, reiteró la necesidad de un esquema “transparente y predecible” para gestionar la volatilidad y alentó al Gobierno a reconstruir reservas, reducir brechas y sostener la confianza en el peso.
Con un mercado que ya descuenta un tipo de cambio mayorista en torno a $1.450 en septiembre y $1.586 en diciembre, la pregunta central es si el oficialismo podrá sostener este esquema hasta las elecciones sin un mayor costo en reservas ni un repunte del riesgo país.