Una trabajadora percibirá una indemnización por las diferencias salariales y la antigüedad que generó con sus labores en una panadería de Cipolletti. Ella también cumplía tareas en una casa particular, pero se accidentó yendo de un lugar a otro. Tomó licencia por ART y la despidieron.
El ritmo de vida era intenso para la mujer trabajadora. En general corría para llegar a horario al comercio porque antes se desempeñaba como empleada de una casa particular. En ese trayecto se cayó a un canal de riego y sufrió un traumatismo en el tobillo derecho.
En la panadería le exigieron que devolviera el sueldo por no ir a trabajar y en ese contexto protagonizó una discusión con el dueño. Entonces la notificaron sobre la habilitación del periodo de conservación de puesto sin goce de haberes. Por su parte, la trabajadora intimó al empleador por la debida registración.
En el juicio laboral afirmó que estaba registrada por una media jornada, cuando en realidad trabajaba más horas. Incluso sostuvo que la fecha de alta era falsa ya que ella había ingresado mucho tiempo antes.
Los testigos corroboraron la mayoría de las afirmaciones de la trabajadora y el tribunal consideró que la mujer tenía derecho a una indemnización. La pericia contable precisó las diferencias salariales y también se consideró la antigüedad, la falta de preaviso y la integración del mes de despido.
El tribunal aplicó dos multas al empleador: la primera por no abonar las indemnizaciones en tiempo oportuno y la otra porque la relación laboral se encontraba registrada de modo deficiente. El demandado también fue condenado a pagar el 90 por ciento de los gastos del juicio. Todo el dinero que percibirá la trabajadora generará intereses hasta el día del efectivo pago.