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En un acto calificado como un hito inédito, las provincias de Río Negro, Neuquén y Chubut han concretado un acuerdo histórico para dejar atrás la descoordinación y unificar su lucha contra los incendios forestales. La firma del convenio crea el Comando Unificado Regional de Manejo del Fuego, una estructura permanente diseñada para compartir recursos, brigadistas, tecnología y aeronaves en toda la cordillera patagónica.

La iniciativa surge como una respuesta directa a la crítica temporada de incendios anterior, que demostró la fragilidad de los sistemas provinciales frente a siniestros de gran magnitud.

El gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, destacó la escala del esfuerzo: "En conjunto, las tres provincias disponemos de unos 600 brigadistas", quienes podrán ser movilizados sin restricciones jurisdiccionales. Además, las aeronaves en proceso de licitación por Neuquén y Chubut, así como los equipos rionegrinos, serán parte de un sistema aéreo coordinado al servicio de la región.

Un mensaje político ante la ausencia nacional

El acuerdo tiene un fuerte componente político. El gobernador de Chubut, Ignacio Torres, fue enfático al señalar que el convenio es una demostración de que "cuando trabajamos en conjunto logramos resultados" y lamentó "la falta de interés del Gobierno Nacional en la Patagonia".

Río Negro jugará un papel central en la mesa técnica, aportando su Servicio de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales (SPLIF). Weretilneck confirmó que sumarán 150 nuevos combatientes (50 incorporaciones y 100 refuerzos) y tecnología de punta, como cámaras de detección de INVAP, drones policiales y un avión observador con tecnología infrarroja que será compartido entre las tres jurisdicciones.

Este Comando no solo busca mejorar la capacidad de respuesta inmediata, sino que establece un nuevo paradigma de cooperación plena, entendiendo que el fuego "no reconoce límites" provinciales.