La planta de motos KTM, ubicada en el Parque Industrial de Campana, suspendió de manera sorpresiva sus operaciones y dejó en la calle a 50 trabajadores, lo que generó un inmediato reclamo sindical y cuestionamientos a las políticas de apertura importadora del gobierno nacional.
La empresa, representada en el país por el Grupo Simpa S.A., fabrica y comercializa desde 2013 los modelos de la marca austríaca en Argentina. Sin embargo, según denunció la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), la compañía decidió interrumpir la producción local para pasar a importar motos terminadas, amparada en la reciente eliminación de aranceles dispuesta por la administración de Javier Milei.
El gremio acusó a la firma de actuar de manera intempestiva y sin cumplir los procedimientos legales de prevención de crisis. “Mostraron un total desprecio hacia quienes generaron las ganancias de la empresa”, señalaron en un comunicado, y advirtieron que la decisión forma parte de un proceso más amplio de pérdida de empleo industrial.
Protesta y conciliación obligatoria
Tras el anuncio, trabajadores y delegados sindicales montaron una permanencia en la portería de la fábrica para evitar el retiro de maquinarias y materiales. La reacción llevó al Ministerio de Trabajo bonaerense a convocar a una audiencia virtual, donde se dictó la conciliación obligatoria por 20 días, que obliga a la empresa a retrotraer la medida y reabrir la negociación.
Críticas a la dirigencia local
La UOM también apuntó contra el intendente de Campana, Sebastián Abella, alineado con el oficialismo libertario, a quien acusaron de guardar silencio frente al cierre. “Su inacción lo hace cómplice de una decisión que golpea a 50 familias de la ciudad”, afirmaron.
Mientras tanto, el sindicato continuará con su presencia en la planta y en las reuniones convocadas por la cartera laboral, con el objetivo de evitar un vaciamiento y garantizar la continuidad de los puestos de trabajo.