Las muertes por suicidio en Argentina han alcanzado un punto crítico. Según las últimas cifras del Ministerio de Seguridad de la Nación, en 2024 se registraron 4,249 suicidios, superando por segundo año consecutivo a las muertes por accidentes de tránsito. Este dramático aumento del 28% desde 2017 revela una preocupante crisis de salud mental que, según especialistas, afecta especialmente a los adolescentes y jóvenes adultos.
Cambio de patrón: un problema que se concentra en los jóvenes
El psiquiatra Pedro Kestelman, presidente de la Asociación Argentina de Psiquiatría Infanto Juvenil (AAPI), señala un cambio en la tendencia histórica. "Lo llamativo de lo que se ve hoy en la Argentina es que la curva se invirtió", explica. Mientras que los suicidios en adultos mayores han disminuido, los intentos y suicidios han aumentado significativamente en el grupo de entre 15 y 25 años.
Esta situación no es exclusiva de Argentina. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que los problemas de salud mental están creciendo a nivel global. Un informe reciente de la Facultad de Psicología de la UBA confirma que en Argentina, las personas de entre 18 y 29 años no solo presentan más síntomas de ansiedad y depresión, sino también los niveles más altos de "riesgo suicida".
Una crisis global y local
La OMS estima que más de mil millones de personas en todo el mundo conviven con algún trastorno mental, una cifra que aumentó en un 25% solo durante el primer año de la pandemia de COVID-19.
A nivel mundial, el suicidio representa más del 1% de todas las muertes, y por cada suicidio consumado, se calcula que hay 20 intentos. Las cifras demuestran que, tanto en Argentina como en otros países, las tasas de suicidio son notablemente más altas en hombres que en mujeres. En 2023, por ejemplo, el 78% de los suicidios en el país fueron de varones. Sin embargo, las mujeres históricamente registran una mayor cantidad de intentos de suicidio.
Los especialistas señalan que algunas señales de alerta para prevenir el suicidio incluyen el aislamiento, el abuso de alcohol y drogas, y la expresión de ideas negativas o la sensación de que el sufrimiento nunca va a terminar.