Las heladas matinales o el frío intenso de estos días, suelen provocar congelamientos de cañerías que dejan sin agua a casas. Una de las recomendaciones previas es aislar las cañerías con alguna cinta térmica o con algún accesorio aislante.
En caso de que se congelen las cañerías, se puede hacer lo siguiente:
Abrir el grifo conectado al tramo afectado. Aunque parezca contraintuitivo que no salga agua al abrir la canilla, esta acción es crucial. Al dejar el grifo abierto, se permite que el agua, una vez que el hielo comience a derretirse, tenga un escape y pueda circular libremente, aliviando así la presión interna acumulada. "Aunque al principio no salga nada o apenas gotee, es importante dejarlo abierto: cuando se descongele, el flujo volverá", explican especialistas en plomería.
Prestar atención a las señales también es importante. Si se escucha un leve zumbido o crujido proveniente de las paredes o techos por donde pasan las tuberías, es una buena señal: indica que el hielo ya podría estar cediendo y el agua comenzando a correr lentamente.
Averiguar cuál es la cañería que está congelada y dar calor de forma directa con la ayuda de un secador de pelo, calentador de aire o lámpara de calor para intentar descongelar la cañería iniciando por la canilla y luego por la cañería. Hay que tener cuidado al aplicar calor sobre la cañería teniendo en cuenta el material en que está realizada.
Otra posibilidad es aplicar un trapo mojado con agua caliente sobre la zona congelada de la cañería o que esté húmedo y cuando esté colocado mojarlo con agua caliente.
Si de esa manera no se soluciona el problema, lo mejor es llamar a un plomero para evitar roturas en las instalaciones.