Durante un concierto de Coldplay en el Gillette Stadium de Boston, el CEO de la compañía tecnológica Astronomer, Andy Byron, fue captado por la "kiss cam" junto a su colega Kristin Cabot, jefa de Recursos Humanos de la empresa. El video del momento, en el que ambos muestran una notoria incomodidad, se volvió viral, desatando una ola de especulaciones y revelaciones sobre la vida personal de Byron, quien está casado, y su historial como directivo.
Del concierto a la exposición global: la reacción viral y los comentarios de Chris Martin
Con aproximadamente 55.000 espectadores presentes, la aparición de Byron y Cabot en la "kiss cam" generó una reacción inmediata y visible de sorpresa y vergüenza en ambos. Las redes sociales se inundaron de comentarios, con usuarios titulando el momento con la expresión "Trágame Tierra" para describir la evidente incomodidad de la dupla. Incluso el líder de Coldplay, Chris Martin, notó la situación, exclamando: "Oh, miren a estos dos, o están teniendo una aventura o son muy tímidos".
La pareja intentó evadir los reflectores: Cabot se dio la vuelta y se cubrió el rostro, mientras Byron se agachó para salir de plano. Ante la posibilidad de haber expuesto inadvertidamente una infidelidad, Martin comentó: "¡Mierda! Espero que no hayamos hecho nada malo". Este incidente ha puesto la vida personal de Byron en el ojo público, especialmente su matrimonio con Megan Kerrigan Byron, quien ya ha eliminado su apellido de casada y desactivado sus perfiles en redes sociales. Aunque inicialmente se especuló que Cabot también estaba casada, reportes posteriores indican que se divorció en 2018 y la separación se formalizó en 2022.
Ex empleados de Byron reaccionan: acusaciones de "jefe tóxico" y "merecido karma"
El revuelo mediático llevó al New York Post a indagar sobre el pasado profesional de Andy Byron. Si bien los actuales empleados de Astronomer prefirieron guardar silencio, ex trabajadores de su anterior empresa, Cybereason, no dudaron en hablar. Varios de ellos describieron a Byron como un jefe autoritario que amenazaba con despedir a quienes no estuvieran de acuerdo con él, lo que impedía cualquier tipo de desafío a su autoridad. En ese entonces, ya enfrentaba acusaciones de "contrataciones falsas y salidas de personal", que él atribuía a un "complejo proceso de transición empresarial".
Un ex empleado que trabajó con Byron en Cybereason, donde fue director de ingresos de 2017 a 2019, relató que, si bien comenzaron con éxito, la presión por el crecimiento constante se volvió insostenible. "Nunca fue suficiente decir que éramos una empresa de rápido crecimiento; teníamos que ser los de mayor crecimiento, así que se convirtió en una experiencia muy triste", comentó. Otro testimonio afirmó que "a la gente le encantaba la empresa, y ahora la odian", y que muchos se fueron debido a la "presión y la ambición de Byron", quien los reemplazaba con vendedores leales de su antigua empresa, Fuze.
Algunos ex empleados lo califican directamente de "jefe tóxico" y no ocultan su satisfacción ante la exposición pública de Byron, considerándolo un "merecido karma". "Los grupos de trabajo que tenemos están riéndose a carcajadas y disfrutando muchísimo de lo que pasó y de que él haya quedado expuesto", reveló un ex colega al Post. Siete años después, Andy Byron se encuentra nuevamente en el centro de la polémica, esta vez por un asunto que ha impactado directamente en su vida privada.