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Ariel Toloza nació en Cutral Co, vivió en Plaza Huincul y es Doctor en Biología e integrante del CONICET. Junto con investigadores de México, EEUU y otra argentina acaban de publicar en la Revista Live Science un estudio que señala que los piojos llegaron a América junto con los hombres y que en nuestro continente se fusionaron como resultado de las migraciones asiáticas y europeas.

El estudio, en realidad, fue replicado también por otras revistas especializadas: WordsSideKick y PLOS One. "Nací en Cutral Co, pero viví en Plaza Huincul donde todavía tengo familiares y un montón de amigos. Estudié en la Universidad de Buenos Aires la carrera de Biología. Hice mi licenciatura ahí, después hice una Maestría en Lausanne (Suiza). Hice mi Doctorado en Biología en la UBA", contó a este medio.

"Los piojos han estado con los humanos durante los últimos dos millones de años", dijo a Live Science el coautor del estudio Ariel Ceferino Toloza , entomólogo y ecologista de piojos del Centro de Investigación de Plagas e Insecticidas de Argentina. "Cuando los humanos se mueven, también portan este ectoparásito", completó.

En diálogo con éste medio, detalló que "Soy Biólogo, especializado en "Toxicología de insectos". Ese trabajo surgió cuando estuve haciendo unas pasantías en la Universidad de Florida, en Mansfield. La primera autora es Marina Ascunce que también es Argentina y está radicada allá y desde 2013 empezamos a trabajar no en ese proyecto, sino en otros. Pero siempre estuvimos vinculados y trabajando".
"El bosquejo inicial, si bien teníamos los datos, de este trabajo arracó en pandemia. Nos juntábamos casi todas las semanas junto con Angélica González Oliver que es una Bióloga Antropóloga de México y David L Reed", precisó.

A Live Science le describió que "Son parásitos obligados, lo que significa que no pueden sobrevivir lejos de un huésped humano durante más de uno o dos días, dijo Toloza. Para preservar esta relación íntima y exclusiva, estos insectos han evolucionado junto con los humanos y nuestros parientes homínidos durante milenios".

"Estos estrechos vínculos evolutivos significan que los genomas de los piojos contienen pistas sobre el movimiento humano a través de los continentes, dijo Toloza. En un estudio anterior , los investigadores analizaron el ADN de 75 piojos humanos y detectaron diferencias entre los piojos norteamericanos, europeos y asiáticos", indicó.

Finalmente "En un nuevo estudio publicado el miércoles (8 de noviembre) en la revista PLOS One , los investigadores ampliaron el tamaño de la muestra y secuenciaron genes de 274 piojos vivos de 25 lugares de todo el mundo. Confirmaron que existen dos grupos de piojos genéticamente distintos en Asia y Europa, pero cuando se trata de América, los resultados fueron menos claros".

"Los piojos norteamericanos tienen un fuerte patrón de hibridación", dijo a WordsSideKick.com la autora principal del estudio, Marina Ascunce , genetista evolutiva de la Universidad de Florida y del Centro de Entomología Médica, Agrícola y Veterinaria del Departamento de Agricultura de EE. UU.

Si bien los genes de los piojos norteamericanos eran una mezcla de ascendencia europea y asiática, los piojos centroamericanos estaban estrechamente relacionados con los piojos asiáticos y probablemente llegaron allí con los primeros humanos que poblaron las Américas . "Los piojos de Honduras están más cerca de los piojos de Mongolia", dijo Ascunce. "Esto, pensamos, era interesante."

La investigación sugiere que las primeras personas que llegaron a América descienden de un grupo ancestral de antiguos siberianos del norte y asiáticos orientales que también pueden haberse dispersado a Mongolia, lo que podría explicar las similitudes genéticas entre los mongoles y los nativos americanos.