Con el objetivo de convocar a los "desencantados", expresar "una salida anticapitalista a la crisis" y "combatir la "derechización" del discurso político, las distintas fuerzas de izquierda cerraron sus campañas electorales denunciando el "claro accionar policial" en la muerte del militante social Facundo Molares, fallecido como consecuencia de la represión policial porteña.
Por Paula De Lillo
El Frente de Izquierda Unidad (FIT-U) tendrá en las primarias abiertas, simultaneas y obligatorias (PASO) de este domingo una competencia interna entre los precandidatos presidenciales, Myriam Bregman y Gabriel Solano, quienes se disputarán el liderazgo de la coalición y la representación del espacio en las elecciones generales de octubre.
Por fuera de esta alianza, el Nuevo MAS propone a Manuela Castañeira y Política Obrera a Marcelo Ramal como precandidatos a presidentes, quienes encararán el desafío de superar el piso del 1,5% de los votos válidos para poder presentarse en los comicios generales.
Con el objetivo de convocar a los "desencantados", expresar "una salida anticapitalista a la crisis" y "combatir la "derechización" del discurso político, las distintas fuerzas de izquierda cerraron sus campañas electorales denunciando el "claro accionar policial" en la muerte del militante social Facundo Molares, fallecido el jueves pasado como consecuencia de una represión ejecutada por la Policía de la Ciudad de Buenos Aires.
Ese hecho de violencia institucional generó repudio de todos los espacios de la izquierda y acompañamiento de sus precandidatos, que se manifestaron al día siguiente en una movilización en el Obelisco porteño.
Ramal denunció que se trató de un "crimen de Estado" que se enmarca en "la campaña reaccionaria de la mano dura" y Castañeira insistió en la defensa "incondicional" del derecho a la protesta.
En ese mismo sentido, las posturas de Bregman y Solano coincidieron en señalar un "claro accionar policial" y responsabilizaron a la política de Horacio Rodríguez Larreta.
En este marco, las consignas en contra de la represión y la mano dura se fortalecieron entre todos los dirigentes que pidieron justicia por Molares y acciones decididas para frenar este "avance" de los discursos derechistas.
Este domingo, el FIT-U tendrá por segunda vez internas en las PASO presidenciales, desde su surgimiento en 2011.
En las primarias de 2015, la coalición presentó dos fórmulas, donde se impuso la conformada por Nicolás del Caño y Bregman sobre el binomio que integraban Jorge Altamira (que en aquel entonces conducía el PO) y Juan Carlos Giordano de la Izquierda Socialista (IS).
Este año, el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) y la IS proponen la fórmula que integran los diputados nacionales Bregman y Del Caño, en la lista Unir y Fortalecer la Izquierda.
Por el otro lado, el Partido Obrero (PO) junto al Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST) postulan al binomio presidencial conformado por Gabriel Solano y Vilma Ripoll en la lista Unidad de luchadores y la izquierda.
Durante la campaña, Bregman se centró en convocar a que "nadie se quede masticando bronca en la casa" y en asegurar que "tener una izquierda muy fuerte en estas elecciones es lo único que para a la derecha".
En tanto, Solano pidió a los electores que "la izquierda que les duele a los dueños del poder esté en octubre" y reiteró las diferencias que separan sus propuestas con la lista adversaria dentro de la alianza.
Dichas tensiones internas entre ambos espacios del FIT-U fueron en aumento las semanas previas a las elecciones, cuando en varias oportunidades Solano insistió en que la fórmula Bregman-Del Caño representaba una "izquierda light", identificado con "un sector progresista de la clase media".
Incluso Vanina Biasi, dirigente del PO y precandidata a jefa de Gobierno porteño, llegó a afirmar que sus adversario del PTS e IS educan a su militancia "en un rumbo absolutamente racista frente al movimiento piquetero".
A pesar de esto, desde el PTS mantuvieron durante toda la campaña la postura de no responder a las críticas y aprovechar los espacios en medios para "dar a conocer sus propuestas" sin entrar en polémicas con otros espacios de la coalición.
En este contexto, ambos espacios van a esperar los resultados electorales del domingo en diferentes comandos de campaña.
Los simpatizantes de Bregman y Del Caño van a reunirse a partir de las 16 horas en la sede ubicada en Bolívar 1128 de San Telmo, en la Ciudad de Buenos Aires, mientras que los adherentes de Solano y Ripoll se concentrarán en el club Torcuato Tasso, ubicado en Defensa al 1575.
De esta forma, los centros de campaña de las dos listas del FIT-U se congregarán para esperar los guarismos en dos lugares que estarán separados por sólo cinco cuadras.
El despliegue de fiscales para la jornada también se organizó separadamente y se va a centrar especialmente en el AMBA, y estará a cargo de militantes que buscarán cerciorarse de que no haya "maniobras electorales" y garantizar las presencias de las boletas de sus respectivas listas.
Las listas por fuera del FIT-U
Por fuera del FIT-U, en el Nuevo Mas aseguran estar muy conformes con el espacio ganado por Castañeira, entre los trabajadores y especialmente en la juventud como parte de una "necesaria renovación de la izquierda" en Argentina y aspiran que esto se vea reflejado en los resultados electorales.
Por su parte, Ramal, dirigente histórico del trotskismo, apuesta a que Política Obrera conduzca el movimiento socialista y que consolide "una visión de carácter estratégico de esta crisis nacional y mundial" que no ve reflejado en otros espacios de la izquierda argentina.
Ramal junto a Altamira y más de mil militantes fueron expulsado del PO en 2019 en medio de una crisis interna y de allí surgió Política Obrera, que este domingo convocó a su militancia a reunirse en el local central partidario ubicado en la calle Yatay al 1162 de CABA.