"Es imposible que mi hijo se haya efectuado dos disparos. Cualquiera de los dos lo hubiese dejado sin la capacidad de volver a agarrar el arma", dijo Natalia Uribe sobre la muerte de su hijo mientras hacía una guardia en la Guarnición Militar Zapala.
Natalia Uribe, la madre del soldado voluntario de 21 años que falleció a causa de dos impactos de bala en su cabeza mientras realizaba una guardia en la Guarnición Militar Zapala, en Neuquén, aseguró este jueves que "hay inconsistencias en las declaraciones de los testigos" y pidió que se cambié la carátula del caso de suicidio porque considera que fue "un homicidio".
"Realmente lo que yo creo que pasó es que a mi hijo lo mataron. Es imposible que mi hijo se haya efectuado dos disparos. Cualquiera de los dos lo hubiese dejado sin la capacidad de volver a agarrar el arma, cargarla y volver a disparar", señaló la mañana de este jueves Uribe al canal C5N y agregó que consta en el expediente que el fusil no estaba en posición de automático.
Pablo Jesús Córdoba tenía 21 años recién cumplidos al momento de su fallecimiento, llevaba diez meses como soldado voluntario en el Grupo de Artillería 16, ubicado en Zapala, el mismo cuartel donde en 1994 fue asesinado el soldado Omar Carrasco, por quien se puso fin al servicio militar obligatorio en la Argentina.
Pablo Jesús Córdoba tenía 21 años recién cumplidos al momento de su fallecimiento, llevaba diez meses como soldado voluntario en el Grupo de Artillería 16
Minutos después de las 6 del jueves 1 de junio, el joven fue encontrado con dos impactos de bala en la cabeza, y fue llevado de urgencia al hospital de Zapala, donde horas después moriría.
Pablo se encontraba de guardia, en una barrera ubicada en la entrada del regimiento de Zapala, donde se había apostado cerca de las 4.30 y debía permanecer hasta su horario de salida, a las 6.30.
"Vemos claramente que hay inconsistencias en las declaraciones de los testigos", aseguró su madre.
Sobre este punto, Uribe destacó que uno de los soldados que estaban de guardia cuando ocurrió el hecho declaró que su hijo no tenía "el fusil encima (del cuerpo), a diferencia de la enfermera que manifiesta que ella le retiró el fusil".
"Quiero que investiguen, yo no sé si hay algo más. Para mí no hay dudas que esto fue un homicidio. Quiero que la Fiscalía se pongan a trabajar en un caso de esta magnitud", remarcó la mujer.
"Quiero que investiguen, yo no sé si hay algo más. Para mí no hay dudas que esto fue un homicidio. Quiero que la Fiscalía se pongan a trabajar en un caso de esta magnitud"
Natalia Uribe, madre del soldado
En este sentido, agregó: "Mi reclamo es hacia la Justicia para decirle que hay que recaratular la causa. No puede seguir como suicidio".
Además, sostuvo que su hijo "no tenía problemas de autoestima" y que "era muy alegre, activo, social y muy carismático".
"No hubo ningún cambio en el último tiempo y no me alertó de nada de que yo tuviera que pensar que estaba en riesgo su vida. Él deseaba vivir; tenía planes y proyectos.", concluyó.
En el mismo sentido se expresó el padre de Pablo, el suboficial Juan José Córdoba Salto. "Yo descarto la hipótesis del suicidio porque, primero, conozco el arma (que habría causado las lesiones fatales) y si el fusil estaba sobre el cuerpo de mi hijo, quiere decir que el segundo disparo fue el del mentón. Ninguno de los disparos le deja posibilidad alguna (de realizar el otro por sí mismo)", señaló.