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El mercado cambiario volvió a registrar fuertes movimientos en la antesala de las elecciones legislativas. Pese a una nueva intervención del Tesoro de Estados Unidos para reforzar la demanda de pesos, el tipo de cambio mantuvo su tendencia alcista y alcanzó nuevos máximos.

Este jueves, el dólar mayorista subió $22 y cerró en $1.407, tras tocar un máximo intradiario de $1.420. Se trató del tercer aumento consecutivo en un contexto de marcada demanda de cobertura y expectativas sobre un posible cambio en la política cambiaria después de los comicios. El volumen operado rondó los u$s676 millones, por debajo de los u$s750 millones de la rueda previa, según operadores del mercado.

El economista Gustavo Ber advirtió que "el mercado sigue atento a cómo se administrarán las intervenciones oficiales antes y después de las elecciones y de qué manera se compatibilizarán con la estrategia de acumulación de reservas".

En el segmento minorista, el dólar en el Banco Nación cerró a $1.425 para la venta, mientras que el promedio relevado por el Banco Central lo ubicó en $1.441,97. En tanto, las cotizaciones financieras también escalaron: el dólar MEP subió 2,1% a $1.472 y el Contado con Liquidación (CCL) avanzó en igual proporción hasta $1.492. El dólar blue acompañó la tendencia y se ubicó en $1.460.

Los contratos de dólar futuro revirtieron las bajas iniciales y terminaron la jornada con incrementos en todos los plazos. Los ajustes más marcados se observaron en las posiciones largas, como abril de 2026, que trepó 1,3% hasta $1.700.

El panorama económico sigue condicionado por la negociación con Estados Unidos para un salvataje financiero que podría alcanzar los u$s40.000 millones. En ese marco, el embajador argentino en Washington, Alec Oxenford, adelantó que el acuerdo comercial bilateral se difundirá en los próximos días.

Por su parte, el ministro de Economía, Luis Caputo, envió un mensaje grabado al Coloquio IDEA en el que reiteró su compromiso con una reforma laboral y previsional, descartó una devaluación y pidió respaldo al sector empresario. En paralelo, el titular del BID, Ilan Goldfajn, confirmó que el organismo desembolsará u$s10.000 millones en asistencia al país en los próximos tres años.

El mercado financiero opera bajo una fuerte volatilidad, con movimientos bruscos en las tasas de corto plazo. Las tasas de caución y REPO llegaron a superar el 100%, aunque al cierre del jueves la caución se ubicó en 50,35%. Los analistas destacaron que el bajo nivel de renovación de deuda del Tesoro —solo se cubrió el 45,7% de los vencimientos— liberó unos $2 billones, lo que podría aliviar la presión sobre las tasas en los próximos días.

Pese a los anuncios oficiales y la ayuda externa, la incertidumbre predomina. Antes de la reciente intervención del Tesoro estadounidense, la mayoría de los analistas daba por hecho un ajuste del tipo de cambio tras las elecciones del 26 de octubre. Sin embargo, la venta de divisas de Washington y su participación en el mercado de futuros sembraron dudas sobre el momento y la magnitud de una eventual devaluación.

Aunque Caputo ratificó la continuidad del esquema de bandas cambiarias, en la city porteña se mantiene la sensación de que ese modelo tiene los días contados. La consultora LCG señaló que “más allá de las oscilaciones diarias, el mercado descuenta que el sistema actual difícilmente se sostenga en el mediano plazo”. Desde Wall Street, Morgan Stanley proyectó tres posibles escenarios postelectorales, todos con un salto del tipo de cambio; el más optimista ubica al dólar en $1.700 para fin de año.

“El respaldo del Tesoro estadounidense no parece orientado a frenar indefinidamente el tipo de cambio”, sostuvo el analista financiero Mariano Monferini. “Es probable que, luego de los comicios, se produzca algún ajuste del valor oficial. Para quienes buscan cobertura, dolarizarse a los precios actuales podría ser una estrategia prudente”, añadió.