La fiscalía pidió la imputación del ingeniero Guido Torti, jefe de la Planta a quien le adjudicó que "conociendo en forma cierta la situación real de la refinería en la cual se encontraba operando, esto es, con los desperfectos y falencias indicadas, no tomó medidas eficaces ni recaudos concretos para evitar situaciones vividas en la planta" el 21 de diciembre (cuando hubo un primer incendio que los empleados atendieron con matafuegos) ni el 22 de septiembre de 2022. Poniendo en peligro la vida de las personas que allí trabajaban y los bienes".
La fiscal señaló: “En concreto se le reprocha que sabiendo por observación propia y por su conocimiento y especialización, es ingeniero Químico, y además por las distintas comunicaciones que recibía del personal de la planta, permitió el funcionamiento de la refinería con una instalación eléctrica inadecuada, no apta para operar en zona clasificada con presencia de atmósferas explosivas”.
A Torti se le reclamó porque “Permitió también el funcionamiento de la planta con un diseño y ubicación de los equipos con fuego fuera del distanciamiento indicado legal hacia el área de procesos y los tanques 205 y 206”, señaló.
La fiscalía también apuntó que los trabajadores de NAO operaban sin instrumentos básicos de medición como termómetros, radares y manómetros, ejemplificó. “Es decir que no podían conocer de ninguna manera parámetros de operaciones seguras. Debiendo ascender los operadores a los tanques para verificar el llenado y el nivel de los mismos”, explicó.
A Guido Torti con todo lo que sabía del funcionamiento de la refinería “le resultó indiferente la vida de los operarios, por sobre la operatividad y producción de la planta”, resumió la fiscalía.