En una gestión coordinada entre el Ministerio de Desarrollo Social, la Cancillería y Cascos Blancos, el país dispuso un cargamento para asistir a la población afectada por el sismo del 6 de febrero.
Un cargamento de colchones, sábanas, frazadas y botas de lluvia proporcionadas por el Ministerio de Desarrollo Social partió desde el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, Ministro Pistarini, con destino a Turquía, para colaborar con la asistencia humanitaria y sanitaria de la población que aún sufre las consecuencias del terremoto ocurrido el 6 de febrero en la zona sur del país, informó la Cancillería en un comunicado.
El canciller Santiago Cafiero solicitó a las autoridades de la Agencia Argentina de Cooperación Internacional y Asistencia Humanitaria -Cascos Blancos (ACIAH), presidida por Sabina Frederic, la coordinación con los especialistas de Desarrollo Social para concretar el envío de ayuda.
La población turca se encuentra aún bajo la emergencia provocada por los sucesivos terremotos, en particular el del 6 de febrero pasado, que arrasó con vidas y dejó a su paso decenas de miles de personas heridas y otras tantas sin vivienda.
El traslado del resto de la totalidad de la carga ofrecida por la cartera que encabeza Victoria Tolosa Paz se completará mediante otros dos vuelos de Turkish Airlines que partirán hacia la región más afectada.
El cargamento fue acordado en base a la coincidencia entre las solicitudes realizadas por la Embajada de Türkiye en Argentina y los ofrecimientos hechos por el gobierno nacional.
Además la compañía aérea Turkish Airlines asumió los costos económicos del operativo y su traslado hasta la Autoridad de Gestión de Desastres de Turquía, AFAD.
Se trata de la agencia del Estado turco que coordina las tareas de respuesta ante el desastre y que, a su vez, durante mediados de febrero coordinó las tareas de la brigada de asistencia humanitaria argentina en el territorio compuesta por la ACIAH y la brigada BEFER de la Policía Federal Argentina.
Esta brigada trabajó en el rescate de personas, el apuntalamiento de estructuras, y la asistencia humanitaria y psicológica de la población damnificada.