Hernán Diaz es un mendocino oriundo de Real del Padre, localidad del departamento de San Rafael, pero hace unos años se instaló en Catriel.
Este domingo, volvió hasta el cementerio de su pueblo natal para dejarle un ramo de flores en la tumba de su mamá.
“Las promesas hay que cumplirlas”, dijo Hernán Díaz. "Fue un alivio muy grande porque esa promesa la tenía de hace mucho y las promesas siempre hay que cumplirlas", insistió en declaraciones a InfoYa.
"Por día hacíamos unos 40 kilómetros y donde nos agarraba la noche, parábamos a descansar" comentó.
"Llegando a Cochico unos amigos me salieron al encuentro con otro caballo y de allí arrancamos con la etapa final, el jueves. Veníamos al trote, despacio, cuidando los caballos y logramos llegar esta mañana al cementerio" agregó.
En la camioneta Hernán cargó agua y alimento para los caballos y además, una lona "con la que armábamos campamento a la orilla de la ruta a pasar las noches" y donde no faltó un buen asado con los amigos antes de emprender la etapa final.
La emoción, los recuerdos y la alegría de haber cumplido la promesa, quedaron registrados en una foto de Hernán arrodillado entregando las flores "a su viejita".
"Fue un alivio muy grande porque esa promesa la tenía de hace mucho y las promesas siempre hay que cumplirlas" dijo.