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Por: "Coco" Briceño

Ramón (Orellana) contaba siempre que el colectivo Bedford se bamboleaba en el camino y el muchacho, un motorista, que subió con el tambor de nafta no se dio cuenta que el movimiento hacía que se fuera cayendo líquido. Cuando alguien prendió el cigarrillo se produjo la llamarada y el colectivo se hizo una bola de fuego.

Pasó en Señal Picada, en medio del campo. Eran las 20,40 del 27 de enero de 1.966. Fueron 14 víctimas fatales que no pudieron escapar de las llamas. Iban 35. Lo que pudieron salir lo hicieron por las ventanillas.

Ellos forman parte de la epopeya ypefiana.

Fue un hecho que marcó un antes y un después. Magdalena Colligo perdió a su esposo aquella vez. Ella siempre contaba que después de eso, se hizo obligatorio casarse porque las viudas quedaban totalmente desamparadas.

Ramón Orellana falleció el año pasado. Ahora el único sobreviviente es Bernardino Inostroza que vive en Vista Alegre en sus nombres, la Agrupación de Veteranos Ypefianos "29 de Octubre" abraza con cariño a esos héroes petroleros y sus descendientes.