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La medida fue dispuesta por las autoridades locales, quienes advirtieron que en la ciudad de Lanzhou "todas los vecindarios residenciales deben permanecer cerrados", luego de que se detectaran 29 contagios de coronavirus asociados a la variante Delta.

Las autoridades chinas impusieron un confinamiento en la ciudad noroccidental de Lanzhou, de 4 millones de habitantes, para contener un pequeño brote de coronavirus asociado a la variante Delta, a 100 días del inicio de los Juegos de Invierno de Beijing.

"Todas los vecindarios residenciales deben permanecer cerrados" y los desplazamientos estrictamente controlados, anunció el municipio luego de que China registrase el martes 29 contagios locales de coronavirus.

Aunque la cifra parece insignificante comparada con las de otros países, en China las autoridades redoblaron la vigilancia en momentos que el país se prepara para los Juegos Olímpicos de Invierno de febrero de 2022.

China impuso estrictos controles fronterizos luego de que el virus fue detectado por primera vez a fines de 2019 y logró reducir el número de contagios a casi nada, permitiendo la recuperación de su economía.

Pero mientras el resto del mundo se abrió y buscó formas de convivir con el virus, China mantuvo una política de tolerancia cero que llevó a imponer confinamientos estrictos en varias ciudades.

Las autoridades de Lanzhou dijeron que "la entrada y salida de residentes" será controlada estrictamente y limitada a compras esenciales o atención médica.

De los 29 casos detectados este martes, seis se dieron en Lanzhou, capital de la provincia noroccidental de Gansu.

La ciudad ya había detenido los servicios de colectivo y taxi y la prensa estatal informó que la estación de Lanzhou suspendió la circulación de más de 70 trenes, incluyendo rutas importantes a Beijing y Xi'an.

Un representante de la aerolínea Southern Airlines dijo que todos sus vuelos entre Beijing y Lanzhou fueron cancelados sin una fecha prevista para su reanudación, informó la agencia de noticias AFP.

Las nuevas reglas se suman a las órdenes estrictas de confinamiento impuestas a decenas de miles de personas en el norte de China.

El último brote del coronavirus en el país está asociado a la contagiosa variante Delta, con más de 100 casos nuevos registrados en la última semana.

Las autoridades de salud advirtieron que podrían darse más infecciones al aumentar las pruebas en los próximos días para combatir el brote, iniciado con un grupo de turistas locales.

En Beijing, que este martes reportó tres nuevos contagios, el acceso a sitios turísticos fue restringido, el concurrido Templo Lama fue cerrado y los residentes recibieron aviso de no salir de la ciudad a menos que sea necesario.

Varios complejos residenciales de la capital también están bajo confinamiento, y la ciudad aplazó indefinidamente la maratón de Beijijng, programada originalmente para el domingo próximo, en la que se esperaba la participación de 30.000 atletas.

Asimismo, las salas comunitarias de ajedrez y mahjong, un juego de mesa chino, fueron cerradas, al tiempo que se pidió a los pobladores evitar las aglomeraciones.

Las medidas reflejan la determinación de las autoridades de erradicar el último brote del coronavirus al acercarse los Juegos de invierno de Beijing.

El secretario del Partido Comunista en la ciudad de Ejin Banner, en la región norteña de Mongolia Interior, fue removido de su cargo "debido a la deficiente actuación e implementación de los controles y prevención epidémicos", informó la agencia de noticias china Xinhua.

Esa ciudad ordenó el confinamiento de unos 35.000 de sus residentes desde ayer ante el brote del virus que afecta principalmente al norte de China.

Entre tanto, se realizan pruebas masivas en 11 provincias y las autoridades suspendieron los grupos turísticos interprovinciales en cinco zonas donde se detectaron casos, incluida Beijing.