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Margarita Barrientos, referente social y fundadora del comedor "Los Piletones", desmintió categóricamente las recientes declaraciones del presidente Javier Milei, quien había afirmado que la frase "no se llega a fin de mes" era falsa. Barrientos, con la experiencia del trabajo diario en su fundación, sostuvo que la situación de los trabajadores y jubilados es crítica y se opone directamente al análisis del mandatario.

"La gente no llega a fin de mes, concurre a los comedores, hace fila en hospitales y farmacias para conseguir medicamentos. Lo vivimos día a día", afirmó Barrientos este martes. La líder de "Los Piletones" cuestionó la visión del presidente, argumentando que no se puede ignorar la realidad económica de quienes tienen salarios estancados. "Si no aumentan los sueldos, ¿cómo va a llegar la gente a fin de mes? Un jubilado no llega ni a una semana", señaló, insistiendo en que es necesario conocer la situación real para poder opinar.

A pesar de la crisis, Barrientos indicó que el número de personas que asisten a sus comedores se ha mantenido "muy estable" y no ha crecido, lo que sugiere un estancamiento en la capacidad de subsistencia de las familias más vulnerables. La fundación atiende diariamente a cerca de 9 mil personas entre su sede de Villa Soldati y la de Santiago del Estero, ofreciendo desayuno, almuerzo, merienda y cena.

Por otro lado, Barrientos reconoció que la situación de los comedores es compleja debido a la falta de asistencia. Hace pocas semanas, tuvo que cerrar uno de sus espacios en Cañuelas y manifestó que "todavía hay muchos problemas en algunos comedores por la falta de alimentos". Sin embargo, se mostró optimista sobre el futuro, ya que le han prometido que recibirán novedades a partir del 18 de agosto.

El contraste entre las declaraciones de Barrientos y el presidente se evidencia en el contexto del evento de la Fundación Faro, donde Milei había desestimado la crisis salarial. En esa ocasión, el mandatario había calificado la frase "no se llega a fin de mes" como una "pelotudez", argumentando que, si fuera cierta, "la calle estaría llena de cadáveres". En su discurso, también pidió paciencia, afirmando que el desarrollo del país podría tardar entre 30 y 40 años.