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David Grossman, una de las voces más destacadas y respetadas de la literatura israelí contemporánea, ha generado conmoción al describir la actual situación en la Franja de Gaza como un "genocidio". En una entrevista con el diario italiano La Republica, Grossman, conocido por su postura crítica dentro de Israel durante décadas, expresó su "desgarro" ante la conducción de la guerra por parte de su país.

Una declaración dolorosa y evitable

"Durante años, me negué a usar el término genocidio. Pero ahora no puedo evitarlo, después de lo que leí en los periódicos, después de las imágenes que vi y después de hablar con la gente que estuvo allí", declaró Grossman. "Quiero hablar como alguien que ha hecho todo lo posible para evitar llamar a Israel un Estado genocida", afirmó, subrayando el inmenso dolor que le produce llegar a esta conclusión.

El escritor, cuyas obras han sido traducidas a múltiples idiomas, continuó: "Y ahora, con inmenso dolor y el corazón roto, tengo que afrontar lo que está sucediendo ante mis ojos. Genocidio. Es una palabra que causa avalanchas: una vez que la pronuncias, solo se hace más grande, como una avalancha. Y trae aún más destrucción y sufrimiento".

Desolación ante el sufrimiento humano y visión de dos Estados

Al ser consultado sobre sus sentimientos al conocer el número de víctimas en Gaza, Grossman respondió: "Me siento mal". Agregó que la combinación de las palabras "Israel y hambruna", considerando la historia judía y la "supuesta sensibilidad ante el sufrimiento de la humanidad" y la "responsabilidad moral" que siempre han proclamado, es "devastadora".

A pesar de su crítica al accionar del gobierno israelí, Grossman se mantiene "desesperadamente leal" a la idea de dos estados, Palestina e Israel, argumentando que "principalmente no veo alternativa". En este sentido, celebró la intención del presidente francés, Emmanuel Macron, de reconocer al Estado palestino en septiembre. "Creo que es una buena idea, y no entiendo la histeria con la que fue recibida en Israel", señaló.

Finalmente, el escritor concluyó que, si bien apoya el reconocimiento, deberán establecerse "condiciones específicas: nada de armas. Y la garantía de unas elecciones transparentes que excluyan a cualquiera que piense en usar la violencia contra Israel".