Una profunda sensación de temor e indefensión embarga a una vecina de la localidad cordillerana de Moquehue, quien asegura ser víctima de constantes amenazas y hostigamiento por parte de una vecina desde hace más de dos años. A pesar de haber radicado más de veinte denuncias ante las autoridades locales y provinciales, la mujer afirma no haber recibido hasta el momento respuestas concretas ni soluciones a su alarmante situación.
Con la voz quebrada por la angustia, la vecina relató el calvario que atraviesa diariamente, describiendo un escenario de violencia reiterada que ha alterado por completo su vida cotidiana. “Hace más de dos años que estoy atormentada, nadie me escucha. Nadie con poder de decisión se hizo eco de mi caso”, lamentó.
La grave situación ya había sido expuesta públicamente hace algunos meses, sin embargo, según denuncia la víctima, no se han registrado avances significativos. La mujer reclama desesperadamente la intervención de organismos con la capacidad de garantizar una convivencia pacífica y el respeto mutuo en su barrio, anhelando poder recuperar la tranquilidad perdida.
Mientras tanto, la preocupante realidad persiste. Según su testimonio, la vecina sindicada como agresora continúa con el acoso, ignorando las medidas que se habrían intentado implementar para frenar esta situación. La falta de respuestas efectivas por parte de las autoridades competentes genera en la denunciante un profundo sentimiento de desprotección y la incertidumbre sobre su seguridad y bienestar futuro en la tranquila localidad de Moquehue. Este caso pone de manifiesto la urgencia de una intervención que brinde contención y soluciones a quienes sufren este tipo de violencia vecinal.