La siembra y el seguimiento de los cultivos fue llevada adelante por el Centro PyME-ADENEU, en un establecimiento agropecuario de San Patricio del Chañar. Se testeó el comportamiento de variedades de cebada que pueden ser utilizadas para elaboración de cerveza y como forraje para animales.

Con el objetivo de presentar nuevas alternativas para diversificar la matriz productiva de la provincia, el Programa de Producción de Forrajes del Centro PyME ADENEU llevó adelante una prueba de desarrollo del cultivo de cebada, en San Patricio del Chañar.
La Agencia dependiente del Ministerio de Economía, Producción e Industria realizó la experiencia debido a que la cebada se presenta como una opción interesante para producir a nivel local, ya sea con destino para producción de grano para elaboración de cerveza o como alternativa para la alimentación animal.
El propósito fue generar antecedentes en cuanto al desarrollo del cultivo en la región y su potencial de rendimiento, a través del relevamiento de datos locales.
Además, la cebada es una alternativa en los ciclos de rotación de cultivos extensivos. En los mismos cuadros, en 2024, el Centro PyME-ADENEU llevó a cabo una experiencia con la siembra de maíz, de la cual se conocerán datos próximamente.
Las parcelas fueron implantadas en uno de los establecimientos de la empresa Arno, ubicada en San Patricio del Chañar, entre fines de julio y mediados de agosto de 2024.
Se utilizaron dos variedades de cebada: Militza INTA y Patagónica INTA. La primera, es un cultivar de cebada cervecera desarrollada por INTA Bordenave, multiplicada por la empresa Producem. Se destaca por su rendimiento, sanidad y calidad del grano.
La variedad Patagónica INTA es un cultivar doble propósito (grano para elaboración de cerveza y como forraje para alimentación animal). Es la primera variedad de cebada seleccionada en la región patagónica, actualmente se multiplica en el semillero de cereales del INTA Esquel (Chubut).
Desde el Centro PyME-ADENEU se realizó el seguimiento regular del crecimiento y desarrollo de las plantas, de manera de visualizar su adaptación a las condiciones agroecológicas de la zona. Por último, se efectuaron las estimaciones de rendimiento en grano.
De cada parcela, de media hectárea de superficie, se tomaron dos muestras al azar de un metro cuadrado, a partir de la cosecha de espigas.
La ingeniera agrónoma Luciana Tempone, asesora del Centro PyME-ADENEU informó que “los resultados fueron positivos y muy alentadores. El suelo y la disponibilidad de agua son clave para el buen desarrollo del cultivo, mientras que el clima seco disminuye la presencia de plagas y, por ende, la utilización de plaguicidas, lo que repercute de forma positiva en los costos”.
Los rendimientos estimados en grano fueron, en promedio, de 6.000 kg/ha y 4.000kg/ha para la primera y segunda fecha de siembra, respectivamente.
Agustín Aguerre, asesor del Centro PyME-ADENEU comentó: “Esperamos que estos datos sean de utilidad para nuestros productores, ya que consideramos a la cebada como un cultivo con potencial de desarrollo debido a su adaptación a las condiciones de valle bajo riego, las cuales se ha manifestado a través de los resultados obtenidos. De esta forma surge como una alternativa más a incorporar dentro de las rotaciones”.
Aún los resultados obtenidos son parciales ya que se enviaron a analizar muestras de grano de cada parcela para determinar su calidad en cuanto a su aptitud cervecera.
La iniciativa liderada por el Centro PyME-ADENEU fue posible gracias a la colaboración indispensable de la empresa Arno, donde se realizaron los ensayos, y de Walter Matthiess, de INTA Esquel y de Nicolás Heinrich, de la empresa Producem.
Los productores y establecimientos neuquinos que quieran conocer más sobre las bondades del cultivo pueden comunicarse con el Centro PyME-ADENEU al correo electrónico Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.