El Polo Obrero de Chos Malal emitió un comunicado donde cuestionan al intendente Hugo Gutiérrez y le adjudican "conducta de patrón de estancia reiterada". Asimismo, afirman que tras el suceso fueron recibidos por el jefe comunal y ventilan que aún quedan trabajadores de la Fiesta del Chivito que no recibieron el pago correspondiente por las tareas que realizaron.


Puede ser una imagen de una persona y textoLa comunicación afirma que "Desde la organización Polo Obrero, expresamos que los dichos del intendente de Chos Malal, a través de distintos medios de comunicación, son falsos y solo persiguen un objetivo de discriminación y prepotencia. El intendente, comprometido a recibirnos el martes 6 de diciembre, montó una provocación y faltó a su acuerdo de sostener una reunión con la organización y mandó a cerrar las puertas del edificio municipal, incumpliendo así con la audiencia pautada para ese día, para dar respuesta a dos reclamos populares de la localidad: trabajo y vivienda".

"En vez de concretar dicha audiencia impidió nuestro ingreso con presencia policial y otras personas de civil, que provocaron a compañeras/os de la organización, con tocamientos, empujones, incluso sujetando violentamente por el cuello a una compañera y a un compañero luego de haberlos encerrado en un hall reducido", detalla.

"El intendente, incapaz de dar una respuesta a requerimientos elementales, busca distraer el foco de atención del verdadero problema que aqueja a muchos trabajadores precarizados de la localidad.

El intendente de Chos Malal oculta que, finalmente fuimos recibidos el mismo martes 6/12, pero se nos entregaron módulos incompletos, con lo cual incumplieron el acta firmada donde se comprometían a entregar 30 módulos alimentarios", precisa.

"Esta conducta de patrón de estancia del intendente es reiterada, como cuando compañeras de nuestra organización han sufrido hostigamiento y hasta golpes, en un espacio público (playón de barrio Tiro Federal) mientras trabajaban en los merenderos que desarrolla la organización, impidiendo que los niños y las niñas de ese sector de la ciudad disfruten del merendero que todos los sábados y domingos montaba el Polo Obrero, que brindan asistencia a más de 200 personas por semana", señala.

El escrito asegura que "La violencia institucional de la intendencia, se refleja en la gran cantidad de trabajadores municipales que lo hacen como monotributistas o “cooperativistas” con salarios muy por debajo de la línea de indigencia y sin ningún tipo de contrato o estabilidad laboral. En muchos casos, sin recibos de sueldo, ni obra social, ni aportes jubilatorios, ni asistencia familiar, etcétera; violando así, todos los derechos laborales establecidos en la legislación laboral argentina. El colmo de esta violenta precarización laboral, se dio en la Fiesta del Chivito, donde hubo trabajadores con extenuantes jornadas laborales, que hasta el día de hoy no se les han remunerado".