La megaobra que permitirá aumentar la producción y ahorrar en la importación de energía cuenta con dos plantas de doble junta que permiten acortar los tiempos de soldadura y trasporte.
Por Emiliano Bonanotte
La construcción del gasoducto Néstor Kirchner avanza en los plazos previstos a partir del trabajo que se desarrolla en plantas de doble junta que aceleran la soldadura de los tubos, y que fueron montadas por Techint y Sacde y son monitoreadas por la empresa estatal Energía Argentina.
La megaobra que demandará más de 56.000 caños tiene una enorme complejidad logística y, para poder estar operativa a fines de junio del año que viene, cuenta con dos plantas de doble junta que permiten acortar los tiempos de soldadura y trasporte para su instalación en la traza del futuro gasoducto.
Una de las plantas se encuentra en el obrador principal ubicado en el partido pampeano de General Acha.
La segunda se ubica en el obrador denominado PK 60, ubicado a 40 kilómetros de la localidad de Catriel, en Río Negro, y a 60 kilómetros de lo que será el inicio del gasoducto en Tratayen, Neuquén.
La construcción de esta megainfraestructura permitirá a la Argentina lograr el autoabastecimiento energético y, posteriormente, pasar a ser un importante actor en la exportación.
De acuerdo a estimaciones de fuentes oficiales, el gasoducto permitirá ahorrar más de US$ 3.500 millones el año que viene por sustitución de importaciones de energía a precios actuales (US$ 36 el millón de BTU).
Cómo trabajan los obradores
Télam visitó la semana pasada el obrador PK 60, que cuenta con 800 operarios en plena actividad y recibe de manera diaria 100 tubos de 12 metros de largo en un total de 25 camiones que llegan desde la localidad bonaerense de Valentín Alsina.
El PK 60 es uno de los cuatros obradores del gasoducto y uno de los tres que gestiona la Unión Transitoria de Empresas (UTE) conformada por las firmas Techint y Sacde.
En concreto, la UTE se encarga de la construcción de un tramo de alrededor de 440 kilómetros entre las localidades de Tratayen y General Acha.
Para acelerar la ejecución de la obra y tener funcionando el gasoducto en junio del año que viene, Techint y Sacde reciben en el obrador tubos de 12 metros y, a través de un proceso de soldadura en sus plantas de doble junta, los transforman en un solo cuerpo de 24 metros.
Luego los acopian a la espera de ser llevados hasta la traza del futuro gasoducto.
En base a los planes de la obra, a partir de mañana los tubos de 24 metros serán llevados al kilómetro 0 del gasoducto, en Tratayen.
Esos caños, una vez depositados en la traza, serán unidos por máquinas especialmente traídas desde Estados Unidos que tienen un sistema robotizado que generan hasta 100 soldaduras y que pueden unir hasta 2 kilómetros de extensión por día.
El presidente de Sacde, Damián Mindlin, aseguró que la obra "es un gran desafío por su longitud y geografía y por el tiempo de finalización pactado. Nos venimos preparando hace muchos meses para esto y, entre otras cosas, incorporamos soldadoras automáticas con sistemas robotizados que avanzan a razón de hasta 100 por día y será la primera vez que se utilicen en Argentina".
Por su parte, el director general de Techint, Gustavo Gallino, sostuvo que "para llegar con el plazo previsto, hay que cumplir todos los días Estamos convencidos que se puede hacer".
Además de las plantas de doble junta, las máquinas que automatizarán el proceso de soldado en el tendido del gasoducto también serán clave para llegar a junio próximo con la obra terminada.
Esta novedosa variante duplicará la velocidad del proceso, ya que con el sistema manual tradicional se alcanza un promedio de 50 a 60 soldaduras diarias.
En diálogo con Télam, el ingeniero a cargo de las tareas en el obrador PK 60, Alejandro Cardones, hizo hincapié en las buenas condiciones de seguridad que ofrecen estos sistemas de producción y también resaltó el acortamiento de los tiempos de finalización.
El PK 60, que cuenta en la actualidad con 800 trabajadores, pasará a contar con una plantilla de 1.500 empleados directos en enero.
La obra, además, requerirá alrededor de 8.000 puestos de trabajos de manera indirecta entre proveedores, hotelería y gastronomía.
El plan de obra prevé el inicio de operación del gasoducto para el 20 de junio de 2023, en coincidencia con el pico de demanda invernal.