(CABA) El hecho tuvo lugar en Jean Jaures y Bartolomé Mitre, donde uno de los hombres señalados como el autor de un robo se encerró y amenazó con suicidarse. Poco antes de las 7 de la mañana la policía ingresó al lugar y lo detuvo.
Un delincuente permaneció esta madrugada atrincherado durante más de tres horas en un hotel familiar del barrio porteño de Balvanera, en el que se refugió cuando la policía fue a buscarlo porque acababa de asaltar a una pareja y, tras una extensa negociación durante la cual amenazó con arrojarse desde un balcón, fue reducido y detenido, informaron fuentes policiales.
El hecho comenzó pasada la medianoche cuando dos ladrones asaltaron a mano armada a una pareja en momentos en que estacionaba su auto en la zona de Balvanera y la despojaron de un morral con dinero y de un teléfono celular.
Tras ello, los delincuentes escaparon en distintas direcciones y uno ingresó a un hotel familiar situado en la intersección de las calles Jean Jaures y Bartolomé Mitre, según denunció el hombre de la pareja asaltada ante la policía.
Por tal motivo, efectivos de la Comisaría Vecinal 3 A de la Policía de la Ciudad se dirigieron al hotel en busca del sospechoso, quien se negó a entregarse y se "atrincheró" en una habitación, mientras exhibía un arma de fuego y amenazaba con suicidarse.
Debido a la resistecia del malviviente, se montó un operativo en la zona, en el marco del cual se rodeó el hotel y se cortó el tránsito en esa esquina, mientras que arribó al lugar un equipo especial de la Policía de la Ciudad con una mediadora, que tomó contacto con el ladrón por orden de la jueza Nacional en lo Criminal y Correccional 15, Karina Zucconi.
No obstante, y a pesar del diálogo establecido, el hombre permaneció atrincherado durante unas tres horas, mientras profería gritos y amenazaba con arrojarse desde el balcón de la habitación, ya que, según informó el encargado del hotel, se alojaba allí desde el 6 de octubre último.
Los huéspedes
"Yo llegué al hotel anoche, vi lo que pasaba porque llegaron patrulleros y estaba detrás de una columna, me pidieron que me meta adentro. Después me acosté para calmarme y pensar que no iba pasar nada, y cuando hoy me levanté todavía estaban y escuchaba a la negociadora que le decía que se calmara", contó a la prensa uno de los huéspedes del hotel.
"La negociadora le preguntaba si tenía arma y el hombre contestaba que sí ,que tenía un 357, un revólver. Le decía también desde adentro que se quería suicidar y pedía la cocaína que había comprado. Le decía a la mujer que no quería golpear a una mujer porque el padre le había enseñado eso haciéndolo mirar cómo golpeaba a su madre", agregó el testigo.
"Le ofrecían cigarrillos y le preguntaban si tenía hambre, pero solo pedía la cocaína. La policía le decía que se calmara, que la idea era que no pase nada y se entregara para que todo termine bien. Él solo amenazaba a las fuerzas especiales diciendo ´por qué no meten caños y arrancamos a los balazos´", añadió.
Finalmente, y luego de varias horas, la mediadora policial logró que el hombre abriera la puerta de la habitación, momento en el que irrumpieron los policías, que lo redujeron y detuvieron cerca de las 6 de esta mañana.
En el lugar trabajó la División Operaciones Especiales Metropolitanas (DOEM) de la Policía de la Ciudad que trasladó al detenido, identificado como Rodrigo Ezequiel Rivero (46), a la sede policial a disposición de la justicia.
Las fuentes informaron que el arma que exhibía Rivero mientras permanecía atrincherado era una réplica, que fue secuestrada en la escena del hecho.