Imagen
El equipo económico acelera la agenda de modernización fiscal, concentrando sus esfuerzos en la unificación de los esquemas de aportes y la revisión del impuesto a las Ganancias, un plan que impacta a más de dos millones de pequeños contribuyentes.

El Gobierno Nacional ha puesto en marcha un profundo análisis para la reestructuración integral del sistema tributario, con vistas a una implementación efectiva para el año 2025. En el centro de esta reforma se encuentra la posible supresión del Régimen Simplificado para Pequeños Contribuyentes (Monotributo), impulsando la migración de la totalidad de sus adherentes al esquema tradicional de Autónomos.

La iniciativa, debatida en encuentros recientes con el sector empresarial, se justifica bajo la premisa de combatir la economía informal y estandarizar la carga impositiva. Sin embargo, esta potencial modificación genera una considerable incertidumbre en el universo de profesionales y emprendedores, quienes hoy dependen de la simplicidad administrativa del sistema actual.

Propuestas y mecanismos de transición

La hoja de ruta del Ministerio de Economía para desmantelar el Monotributo se basa en la creación de un sistema de transición hacia el régimen general, proponiendo una serie de modificaciones escalonadas:

1. Transformación del régimen de autónomos

Se plantea un diseño de escalas diferenciadas para los trabajadores por cuenta propia, con ingresos mensuales que oscilen entre los $100.000 y $500.000, permitiendo la deducción de gastos personales. El objetivo es amortiguar el impacto del salto tributario para los contribuyentes más pequeños.

2. Umbral de IVA (Impuesto al Valor Agregado)

Se busca establecer un mínimo no imponible para el IVA que sería equiparable al techo de facturación de las categorías superiores del Monotributo (aproximadamente $3 millones mensuales), simplificando la liquidación inicial para los nuevos responsables inscriptos.

3. Redefinición del Impuesto a las Ganancias

El Gabinete económico evalúa una reducción del piso de Ganancias. El plan contempla un mínimo no imponible unificado que, se estima, se situaría cerca de un salario promedio de $1,7 millones para el ejercicio fiscal 2025.

4. Fomento de la formalidad

Como medida complementaria, se analiza aplicar reducciones en los aportes patronales destinados a la seguridad social, beneficiando a ex-monotributistas y personas con periodos prolongados de desempleo, con la finalidad de incentivar la contratación en blanco y la formalización.

Consecuencias anticipadas y riesgos

Especialistas en materia fiscal han elevado advertencias sobre el riesgo de un incremento insostenible en la carga administrativa para los actuales beneficiarios del Monotributo. El pasaje al Régimen General implica la obligación de llevar una contabilidad detallada, facturar el IVA y realizar declaraciones juradas complejas, tareas que hoy no son requeridas.

La preocupación central es que la exposición a este elevado costo de cumplimiento, tanto impositivo como administrativo, provoque un efecto migratorio inverso: que una parte significativa de los 2.1 millones de pequeños contribuyentes opte por regresar a la economía sumergida, frustrando el objetivo de formalización de la reforma.