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El máximo tribunal penal del país ha resuelto intervenir en el desarrollo del juicio oral conocido como los Cuadernos de las Coimas, donde se encuentran acusados Cristina Kirchner y otras ochenta y seis personas, con el fin de imprimirle una mayor velocidad. Los jueces de la Cámara Federal de Casación Penal, reunidos en Acuerdo de Superintendencia, emitieron una resolución este martes para exigir una mayor celeridad.

Los magistrados Daniel Petrone, Gustavo Hornos, Ángela Ledesma, Carlos Mahiques y Mariano Borinsky convocaron a los integrantes del Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nro. 7 (TOF 7) a una reunión pautada para el próximo martes 18 de noviembre. El objetivo de este encuentro es consensuar medidas que optimicen la eficacia y eficiencia del proceso.

El objetivo: audiencias tri-semanales y sin feria de verano

La preocupación de los camaristas se debe a que, hasta la fecha, las sesiones del debate se han celebrado solo una vez por semana (los días jueves) y a través de la plataforma virtual Zoom. Existe un consenso mayoritario en la Casación que promueve un cambio radical:

1.Aumentar la frecuencia: Celebrar audiencias presenciales al menos tres veces por semana.

2.Eliminar el receso estival: Suspender la tradicional feria judicial de verano para evitar demoras en lo que se considera la causa de corrupción más importante del país.

Para facilitar la presencialidad, se está considerando la utilización de la sala de audiencias del predio de Comodoro Py, específicamente la sala AMIA, recientemente remodelada y con capacidad para doscientas personas. Aunque su inauguración se ha demorado, se prevé que esté operativa para fines de mes, lo que permitiría llevar a cabo las sesiones con la frecuencia y magnitud deseadas.
Coordinación técnica y el lento inicio del debate oral

Los jueces del TOF 7 (Enrique Méndez Signori, Germán Castelli y Fernando Canero) deberán analizar junto a la Cámara las herramientas logísticas para implementar estas modificaciones, asegurando que el juicio avance con inmediatez.

El presidente de la Sala I, Diego Barroetaveña, no participó de la reunión ya que se encontraba en funciones fuera de la sede, a cargo de la acusación en el juicio político al juez federal Poderti.

El debate oral inició el pasado 6 de noviembre, con la participación de 87 imputados y sus defensas a través de Zoom, e incluso con la transmisión en el canal de YouTube de la Corte Suprema. No obstante, la audiencia comenzó con un retraso de casi una hora. La lectura de las acusaciones, que está a cargo de cuatro secretarios y cuya extensión supera las 225 mil palabras, avanza a un ritmo extremadamente lento. Se estima que, si se mantiene la frecuencia de una sola audiencia semanal, solo la lectura de la primera acusación se extenderá hasta el comienzo del receso judicial.