El encuentro entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo chino, Xi Jinping, en el marco del foro APEC en Busan, Corea del Sur, se cerró con acuerdos concretos en tres áreas críticas, aunque sin la esperada declaración conjunta. La reunión, descrita por Trump como un "gran éxito" y una "reunión 12 de 10", marca un punto de inflexión en la feroz guerra comercial, pasando de las amenazas a compromisos de cooperación.
La cumbre, que se extendió por más de hora y media en la Base Aérea de Gimhae, generó señales de optimismo, si bien los mercados asiáticos reaccionaron con cautela ante la falta de un anuncio de mayor calado.
Los tres pilares del consenso bilateral
El resultado más palpable de la negociación se centró en un intercambio de concesiones mutuas para desescalar las tensiones económicas y geopolíticas:
1. Reducción de aranceles
Estados Unidos se comprometió a aliviar la presión económica sobre los productos chinos. La reducción se aplicará en dos frentes:
·Arancel general: Baja del 57% al 47%.
·Arancel al fentanilo: Disminuye drásticamente del 20% al 10%.
2. Tierras raras y soja
En lo que fue una victoria clave para Trump, Beijing accedió a dar marcha atrás en las restricciones a la exportación de Tierras Raras, un conjunto de 17 elementos químicos vitales para la fabricación de tecnología avanzada (misiles, insumos médicos y electrónicos).
El Ministerio de Comercio chino confirmó que suspenderá la aplicación de estas medidas por un año. Trump celebró la decisión, calificándola de una solución para "el mundo entero".
Adicionalmente, China se comprometió a reactivar la compra de productos agropecuarios estadounidenses, específicamente grandes volúmenes de soja, enviando un mensaje de tranquilidad a la base electoral de productores norteamericanos.
3. Combate al fentanilo
Xi Jinping se comprometió a que su gobierno tomará "medidas muy enérgicas" para combatir el tráfico de precursores químicos chinos utilizados para fabricar fentanilo, un tema central en la crisis de opioides en Estados Unidos. Este compromiso fue la justificación para la reducción de aranceles relacionados con el opioide.
El marco de una tensa relación
Pese a los gestos de cordialidad y la algarabía de la comitiva estadounidense, la reunión estuvo marcada por la tensión. Antes del encuentro, Trump había calificado a Xi como un "negociador muy duro", mientras que el líder chino minimizó el conflicto al señalar que las fricciones son "normales" entre las dos mayores economías.
Aunque se lograron avances, el encuentro no arrojó novedades sobre las restricciones a las exportaciones de chips informáticos, ni se logró una declaración conjunta, dejando la incógnita de si esta es una tregua circunstancial o el inicio de un camino hacia una resolución definitiva de la disputa comercial.

 
											
	 
											
	 
											
	 
						 
						 
						 
											
	 
											
	 
						