El gobierno de Neuquén declaró el Estado de Emergencia Hídrica, Social y Productiva en todo el territorio provincial por un plazo de 180 días, ante la preocupante falta de agua que atraviesan las principales cuencas.

La medida, firmada por el gobernador Rolando Figueroa, busca brindar asistencia y alivio económico al sector agropecuario, especialmente a los productores ganaderos pequeños y medianos, los más afectados por la prolongada sequía.

El decreto alcanza a toda la provincia, excepto las áreas de riego de los departamentos Añelo y Confluencia, donde las actividades agrícolas cuentan con infraestructura hídrica.
Medidas de apoyo y beneficios fiscales

Los productores comprendidos dentro del estado de emergencia podrán acceder a exenciones impositivas y otras herramientas de alivio económico. Entre ellas, la exención del Impuesto Inmobiliario para los campos afectados y del Impuesto de Sellos en contratos de arrendamiento rural.

Además, durante el período de vigencia del decreto, quedarán suspendidas las ejecuciones fiscales iniciadas o por iniciarse para el cobro de deudas tributarias relacionadas con explotaciones agropecuarias.

Coordinación interministerial y asistencia directa

Para implementar las acciones de respuesta, se conformó un Comité de Emergencias integrado por los ministerios de Economía, Producción e Industria; Energía; Recursos Naturales; Infraestructura; Desarrollo Humano; Gobiernos Locales y Mujeres, junto con la Jefatura de Gabinete.

Este cuerpo tendrá la misión de evaluar la situación en cada región, coordinar estrategias de asistencia y garantizar la disponibilidad de recursos. Los fondos para las medidas dispuestas se financiarán con partidas del Presupuesto General vigente.

Con esta decisión, el gobierno provincial busca anticiparse a un verano crítico, marcado por la escasez de lluvias y los impactos del cambio climático sobre la producción agropecuaria.