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El Gobierno nacional dispuso este jueves el veto total a la Ley de Emergencia Pediátrica, una norma que había sido aprobada de manera unánime por el Congreso y que preveía fondos adicionales para reforzar hospitales y centros de salud infantiles en todo el país.

La decisión fue publicada en el Boletín Oficial en la última jornada habilitada para hacerlo. El Poder Ejecutivo argumentó que la medida implicaba un gasto sin respaldo presupuestario y que su aplicación pondría en riesgo el equilibrio fiscal.

El proyecto había sido impulsado por legisladores de distintos bloques y aprobado con 62 votos afirmativos y solo 8 negativos en el Senado, tras haber recibido el aval de la Cámara de Diputados. La norma contemplaba recursos para la compra de insumos médicos, equipamiento y mejoras salariales para profesionales de la salud, con un impacto directo en hospitales de referencia como el Garrahan.

El rechazo presidencial se amparó en el artículo 84 de la Constitución, que permite al Ejecutivo objetar leyes cuando considera que afectan los intereses generales o las cuentas públicas. La medida se conoce poco después de que el presidente Javier Milei vetara también la Ley de Financiamiento Universitario, que buscaba garantizar la actualización de salarios docentes, becas, obras de infraestructura y un incremento progresivo de la inversión educativa.

Ambas decisiones generaron fuertes críticas de la oposición. El gobernador bonaerense Axel Kicillof fue uno de los primeros en pronunciarse, cuestionando que el Gobierno “ignore el mensaje de miles de bonaerenses” que reclaman más inversión en salud y educación.