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El escándalo de la compra de medicamentos con sobreprecios en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) suma un nuevo y explosivo capítulo. Un dirigente libertario de Misiones, Samuel Doichele, encendió la alarma al revelar un llamado del subsecretario Eduardo "Lule" Menem donde le habría confesado que "pedir el 10% no es grave, se hace en todos lados".

La denuncia de Doichele, hecha pública en una radio porteña FuturoRok, escala la tensión dentro de La Libertad Avanza y apunta directamente al círculo más íntimo de Karina Milei. El dirigente misionero, que ya había denunciado pedidos de coimas en ANSES, afirmó que el propio Lule Menem intentó minimizar el caso. Según Doichele, la llamada telefónica ya fue presentada como prueba en la investigación judicial.

El testimonio de Doichele no solo aviva el fuego del escándalo, sino que también expone las profundas grietas internas del espacio libertario. El dirigente, que ya estaba distanciado de la cúpula partidaria en Misiones, ahora busca poner un manto de sospecha sobre la ética de los dirigentes cercanos a la hermana del presidente.

Esta acusación llega en un momento de máxima tensión. Dentro de la Casa Rosada, algunos sectores intentan instalar la idea de que todo el escándalo es una "operación" impulsada por dirigentes distanciados del oficialismo, en un intento por "cobrar venganza". En medio de esta guerra interna, las miradas también se dirigen a la vicepresidenta Victoria Villarruel, señalada por la "organicidad mileísta" por sus supuestos vínculos con Diego Spagnuolo, el ex titular de la ANDIS.

La situación es cada vez más compleja para el Gobierno, especialmente después de que el nombre de la diputada Marcela Pagano, quien se apartó del bloque libertario tras fuertes cruces con el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, también fuera mencionado en los audios que desataron el escándalo. Con las internas a la vista de todos, la credibilidad del oficialismo está bajo un creciente escrutinio público.