Imagen
El presidente Javier Milei dedicó varios tramos de su discurso en la cena de la Fundación Faro, a resaltar los logros económicos de su gestión. “A veces parece que se olvidaran de dónde venimos: salarios de 300 dólares y ahora son de 1.100 dólares", señaló.

Con un tono provocador, el Presidente desafió a quienes afirman que no se llega a fin de mes y lo calificó como "una pelotudez", dijo. "Convengamos que, si fuera cierto, ustedes tendrían que caminar por la calle y tendría que estar llena de cadáveres. Es un insulto a quienes obviamente hacen un gran esfuerzo", sentenció.

Milei no se detuvo ahí y apuntó directamente a lo que denominó "los kukas", una expresión despectiva para referirse al kirchnerismo. "Parece que nos hubieran dejado en Suiza y nosotros generamos una masacre, cuando en realidad los que destruyeron y se consumieron el capital empobreciendo a la gente fueron ellos", disparó.

"Sacar adelante al país va a llevar tiempo. No nos vamos a convertir en un país desarrollado de un momento a otro. El proceso puede tardar 30, 35 o 40 años", señaló.

"Una reforma 80 veces más grande que la de Menem"

En un intento por dimensionar la magnitud de las reformas de su administración, Milei comparó su gestión con la de Carlos Menem. "La reforma (de este gobierno) es 28 veces más grande que la que hizo Menem. Y si la tomamos por articulado, es una reforma 80 veces más grande", aseveró, señalando que se han realizado "más de 8000 reformas estructurales en un año y medio".

Además de su defensa económica, el Presidente cargó contra la noción de justicia social, a la que calificó como un "primer ejemplo de parásito mental". Según su explicación, la justicia social es una "injusticia de arrebatarle a uno por fuerza, para darle a otro. Es decir, le roba el trabajo a una persona para repartirlo arbitrariamente".

Defensa de sus formas y comparación con Sarmiento

Respecto a las críticas que recibe por su estilo confrontacional, Milei hizo un anuncio: "Voy a dejar de usar insultos a ver si están en condiciones de poder discutir ideas". En su defensa, comparó su figura con la de Domingo Faustino Sarmiento, a quien describió como un "insultador serial" que, no obstante, transformó la educación argentina.

"Según este conjunto de abanderados y exquisitos de las formas, lo hubieran directamente condenado a la hoguera", afirmó, antes de prometer que se adaptará a las "formas" de sus oponentes para demostrar que estos "son una cáscara vacía".

El discurso concluyó con un último ataque al kirchnerismo: "Lo que hicieron con el país y con la provincia, habla a rabiar, han destruido todo lo que han tocado. Es decir, algo así como el rey Midas todo lo que tocaba lo convertía en oro, estos todo lo que tocan lo convierten en excremento".