La relación entre el Gobierno Nacional y las provincias se tensa aún más. Una reunión clave entre los ministros de Economía de 17 provincias y Carlos Guberman, secretario de Hacienda de la Nación, culminó sin acuerdos, empujando a los gobernadores a acelerar un paquete de leyes para reclamar fondos retenidos por la Casa Rosada.
El encuentro, que se esperaba con la expectativa de una contraoferta del Gobierno tras negociaciones previas en el Senado, dejó un profundo malestar entre los representantes provinciales. Guberman llegó sin propuestas concretas, ignorando los pedidos de las provincias. Ante esta situación, los ministros, incluido el catamarqueño Juan Marchetti, decidieron reunirse de inmediato en el Consejo Federal de Inversiones (CFI) para impulsar su agenda legislativa.
El origen del conflicto: fondos retenidos y acusación de "superávit ficticio"
Las provincias exigen la distribución de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN), la eliminación de los fondos fiduciarios y el reparto de lo recaudado por el impuesto a los combustibles.
Pablo Oliveros, ministro de Economía de Santa Fe, fue contundente al calificar el superávit del que se jactan el presidente Javier Milei y el ministro Luis Caputo como "trucho". "Los ATN son recursos que vienen de la masa coparticipable y tienen como destino a las provincias. Cuando un Estado nacional recauda ATN y no distribuye, lo que está contabilizando es un superávit por el retraso del envío a las provincias, por lo tanto, está generando un superávit con plata de las provincias", explicó Oliveros a la prensa, desnudando la maniobra fiscal.
La postura inflexible del Gobierno Nacional en cuanto a su plan de "superávit", que no quieren "tocar hasta las elecciones", genera una fricción cada vez mayor con las administraciones provinciales que ven sus arcas afectadas. Este escenario promete nuevas confrontaciones en el ámbito legislativo y político.