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Argentina se encuentra muy por debajo del nivel de reservas internacionales que el Fondo Monetario Internacional (FMI) considera "óptimo", estimado en unos USD 68.000 millones. Actualmente, descontando el swap con China, el Banco Central (BCRA) está lejos de alcanzar ese objetivo. Esta situación cobra relevancia mientras el Gobierno y el FMI finalizan la primera revisión del acuerdo firmado en abril, un proceso que se ha extendido más de lo esperado.

Doble escenario en la revisión del FMI: superávit vs. reservas

La misión del FMI que llegó a Buenos Aires hace diez días, seguida por enviados del ministro Luis Caputo a Washington la semana pasada, busca cerrar el primer examen trimestral de cumplimiento de metas. Las discusiones técnicas se centran en dos realidades: el sobrecumplimiento del objetivo de superávit primario por un lado, y una brecha significativa entre la cantidad de reservas acumuladas y las esperadas a esta altura del año por el otro.

Esta diferencia en las reservas es un punto clave de negociación. La finalización oficial de este proceso aún no ha sido confirmada por el organismo, lo que retrasa la definición para que el directorio del Fondo vote la primera revisión y, de aprobarse, desembolse USD 2.000 millones adicionales al BCRA.

Calendario ajustado y necesidad de un "Waiver"

Para que el desembolso se concrete, es fundamental la elaboración del informe de staff con las conclusiones de los primeros tres meses del nuevo acuerdo. Este paso, que suele demorar entre dos y tres semanas, se acelera debido al receso de agosto en los organismos multinacionales, lo que podría posponer una resolución hasta después del verano boreal si los tiempos se estiran. A pesar de esto, en Economía mantienen el optimismo y creen que la revisión podría cerrarse a fin de mes.

La diferencia entre las reservas acumuladas y la meta casi con seguridad disparará un pedido argentino de "waiver" (dispensa), que permitiría al directorio del FMI aprobar la revisión a pesar del incumplimiento de una de las metas centrales. Desde la consultora LCG, observaron que el ritmo de acumulación de reservas es "modesto" y se distancia del objetivo comprometido. "Esto podría no ser un problema en la relación con el FMI —asumiendo que los waivers serán habilitados— pero implicará un lastre para la baja del EMBI (riesgo país)", advirtieron, lo que dificultaría el acceso a los mercados para refinanciar vencimientos futuros, como los USD 4.400 millones de enero de 2026.

Desafíos futuros y pagos inminentes

LCG analizó las próximas metas, señalando que al cierre de junio las reservas netas, según la metodología del FMI, se ubicaban en un negativo de USD 4.735 millones. La meta ajustada para el cierre del tercer trimestre prevé un negativo por USD 3.459 millones, lo que implicaría sumar USD 1.167 millones para acercarse al objetivo. Sin embargo, los pagos por amortización de Bonares y Globales por casi USD 4.500 millones ampliarán esta brecha. Los economistas de LCG estiman que el gobierno deberá sumar entre USD 5.000 millones y USD 9.500 millones adicionales en el último trimestre del año, ya sea a través de deuda o compras en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) por parte del Tesoro o el BCRA.

Este 9 de julio, feriado en Argentina pero con funcionamiento normal en Wall Street, el Gobierno enfrentará vencimientos de bonos Bonares y Globales en moneda extranjera. Aunque una parte de estos pagos podría quedar en el sistema local por ser para tenedores residentes o por estar en cartera del propio BCRA, la presión sobre las reservas es innegable.

Métrica "Óptima" del FMI y el largo camino por recorrer

La cuestión del nivel de reservas es central en la relación con el FMI. Aunque el Banco Central ha acelerado la acumulación en las últimas semanas y no ha necesitado intervenir con dólares desde que dejó flotar el tipo de cambio, una métrica "objetiva" del Fondo Monetario indica que Argentina tiene un largo camino por delante en el acopio de divisas.

Desde Adcap Grupo Financiero, calcularon que las reservas "óptimas" de Argentina, según la metodología de Evaluación de la Adecuación de Reservas (ARA) del FMI, deberían oscilar entre USD 57.800 millones y USD 78.700 millones. "Para ponerlo en contexto, el nivel actual -descontando el swap con China- cubre solo entre el 36% y el 49% de ese rango", señalaron. Dado el tipo de cambio fuertemente administrado, consideraron que "un objetivo razonable de punto medio podría ser 68 mil millones de dólares", lo que implicaría más que duplicar las reservas actuales.

La metodología ARA, diseñada para mercados emergentes, considera cuatro elementos clave para estimar el nivel óptimo de reservas: ingresos por exportaciones, dinero amplio para riesgos de salida de capitales, deuda de corto plazo para cubrir riesgos de refinanciación, y otros pasivos de portafolio para exposiciones externas de más largo plazo.