Alfredo Lopez Boudet, de 44 años, es un empleado provincial de seguridad que, según la teoría de la fiscal{ia encontró a Juan Sepúlveda robando, lo persiguió y le disparó dos veces con una carabina calibre .22. La víctima estuvo desaparecida más de una semana hasta que fue hallado en el canal grande de la ciudad, sin vida.
Por pedido de la fiscal del caso María Eugenia Titanti y del asistente letrado Bruno Miciullo, un hombre fue acusado por el homicidio de Juan Guillermo Sepúlveda. Se trata de Alfredo Lopez Boudet, quien fue detenido ayer tras un allanamiento en su vivienda y que, también a partir de una solicitud de los representantes de la unidad fiscal de Homicidios, quedó detenido en prisión preventiva por 6 meses.
Durante una audiencia realizada hoy ante un juez de garantías, Titanti formuló cargos por homicidio simple, agravado por el uso de arma de fuego, en carácter de autor (artículos 79, 41 bis y 45 del Código Penal).
Todos los planteos de la fiscalía contaron con la adhesión del querellante particular, que representa a familiares de la víctima en la investigación.
Según la teoría del caso presentada por la fiscal del caso y el asistente letrado, el homicidio ocurrió entre la noche del 18 de octubre y la madrugada el día siguiente, cuando la víctima ingresó a una vivienda ubicada en zona de chacras en la localidad de Senillosa para robar un tanque de agua. Fue en ese momento que el imputado, propietario del lugar, advirtió la situación, tomó un arma calibre 22 -presumiblemente una carabina registrada a su nombre pero que aún no fue hallada – y comenzó a perseguir a Sepúlveda. “A unos 30 metros de la casa, Alfredo Lopez Boudet le efectuó al menos dos disparos que ingresaron, uno en el lateral izquierdo del abdomen y otro por la zona lumbar, de manera ascendente, dañando el corazón y el pulmón”, relató Titanti, quien detalló que “la víctima cayó al desagüe y perdió la vida casi de inmediato por el daño cardíaco”. Luego explicó que el cuerpo fue hallado el 25 de octubre.
Por su parte, Micciulo presentó las evidencias colectadas y los testimonios que sustentan la teoría del caso. Explicó que el arma no fue encontrada hasta el momento, pero que la fiscalía constató que el imputado, que es empleado del área de Seguridad del gobierno provincial, tiene registrada a su nombre una con las características de la que fue utilizada. También que se encontraron una mira telescópica y otros elementos relacionados.
Medida cautelar
Los representantes de la fiscalía de Homicidios solicitaron al juez la prisión preventiva por 6 meses, a partir de la existencia de los riesgos de entorpecimiento de la investigación y de no sometimiento al proceso.
Respecto del primero, Miciullo destacó principalmente tres situaciones que ya se han producido: que la escena del hecho fue limpiada, que las vainas de las balas no fueron encontradas y que el arma utilizada desapareció.
Por su parte, Titanti explicó que el acusado, ante la situación de robo sufrida, “tenía elementos legítimos y legales para realizar los reclamos correspondientes, por su empleo y conocimiento”. Tanto la fiscal como el asistente letrado detallaron que el acusado había realizado denuncias previas y que podría haber encauzado sus pedidos en ese marco, pero por lo contrario, “la reacción fue absolutamente desmedida”. “En persecución, ejecutó dos disparos de arma de fuego. Incluso, en el segundo disparo, el forense indicó que la víctima estaba agachada o agazapada. Hay una actitud sumamente violenta e incorrecta”, se indicó.
Tras escuchar a las partes, el juez de garantías Lucas Yancarelli descartó los pedidos de la defensa particular –planteó una detención domiciliaria como alternativa- y avaló los realizados por la fiscalía. De ese modo, tras aceptar la formulación de cargos, fijó el plazo de investigación ordinario e impuso la prisión preventiva por 6 meses.