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El Jardín 66 está ubicado en el barrio Cuenca XVI de Neuquén capital. Allí, una madre de una chiquita del establecimiento amenazó de muerte a una "seño" y los docentes decidieron suspender las clases hasta que intervenga el CPE. También hicieron la denuncia correspondiente. 

“Una familia de una de las infancias vino muy violentamente a decirnos que nos mataría si a su hija le pasara algo. Esta situación de amenaza la cometió en dos oportunidades”, explicó una docente del 66.

Según trascendió, no había una situación en particular sino choques en el patio, durante los recreos, por ejemplo. “La mamá venía reiteradamente a hacer reclamos por eso, diciendo que no se la cuidaba a su hija”, explicaron.

La trabajadora de la educación detalló que “estamos viviendo situaciones de violencia por parte de familias a partir de lo sucedido en el Jardín 31, comenzaron amedrentarnos y a amenazarnos”, insistió en declaraciones periodísticas.

Sobre lo sucedido, contó que la agresora "si bien no llegó a tocarle su cuerpo, se le fue encima". Esto ocurrió el viernes frente a un grupo de docentes y la vicedirectora del colegio.

"A partir de ahí decidimos que no podemos continuar con estas situaciones porque cualquiera puede entrar al jardín a descargar su bronca con nosotras. Toda la bronca que hay afuera la vienen a depositar acá y nos vienen a faltar el respeto. Teniendo la oportunidad de hacer las cosas como corresponde, con diálogos, presentando notas, e ir a donde corresponde”, reclamó.

La maestra jardinera detalló que "Queremos que alguien del CPE venga a dar la cara y charle con las familias. Necesitamos que las autoridades nos escuchen. Este caso fue una familia, pero a lo largo del año han habido otras manifestaciones de venir a gritarnos adelante de sus hijos, sin pensar en las infancias", aseguró.

“En un marco respetuoso todo se puede charlar, podemos hacer talleres entre todos. Pero bajo amenazas de muerte nadie puede convivir”, enfatizó.