El jueves 3 de febrero se inicia el debate oral y público por el crimen de la docente Sandra Silvia Palomo (53). Entre los cuatro juzgados hay dos que eran menores al producirse el hecho. Quien acuchilló a Palomo fue declarado inimputable porque entonces, 31 de agosto de 2019, tenía 15 años.

Cuatro jóvenes comenzarán a ser juzgados el jueves próximo como acusados de haber participado del crimen de una docente que fue atacada a puñaladas durante un robo ocurrido en agosto de 2019 en la ciudad de Salta, hecho por que fue señalado como autor material un chico de 15 años, declarado inimputable por su edad, informaron este domingo fuentes judiciales.

El debate oral y público por el crimen de la docente Sandra Silvia Palomo (53) estará a cargo de la Sala IV del Tribunal de Juicio, presidida por la jueza Norma Beatriz Vera.

Al juicio, que se estima que se extenderá por lo menos hasta el 25 de febrero, llegarán detenidos Ian Esteban Caro (20), Ricardo Nahuel Bonifacio (20) y otros dos jóvenes que al momento del hecho eran menores de edad, todos acusados de haber sido partícipes secundarios del homicidio agravado por ensañamiento y alevosía de Palomo.

Un quinto joven, que fue sindicado como el autor material del ataque, tenía entonces 15 años, motivo por el cual fue sobreseído por inimputable por el Juzgado de Garantías 8 de de Salta en orden al delito de homicidio calificado por alevosía, ensañamiento criminis causa y por mediar violencia de género.

Es que el artículo 1 de la ley 22.278 establece que el menor que no haya cumplido los 16 años no es punible, mientras el artículo 428 del Código Procesal Penal señala que el sobreseimiento procederá, entre otras cosas, cuando mediare una causa de inimputabilidad.

Los voceros indicaron que por el Ministerio Público intervendrá en el juicio la fiscal penal de la Unidad de Femicidios, Mónica Poma, mientras que en la querella actuarán Gabriela Arellano y Pablo del Pino.

El femicidio

De acuerdo a la pesquisa, el 31 de agosto de 2019 Palomo salió en su camioneta a hacer compras en un supermercado para festejar el cumpleaños de su nieto y no regresó, por lo que sus familiares realizaron la denuncia correspondiente. Su cuerpo fue encontrado al día siguiente en una zona rural, sobre calle Gato y Mancha, próximo al río Arenales, en el sur de la capital salteña.

Caro, Bonifacio y los dos otros dos acusados fueron imputados por la fiscalía interviniente como partícipes secundarios, aunque para la parte querellante fueron coautores del delito.

Los dos mayores se encuentran detenidos con prisión preventiva en la Alcaidía General de la Ciudad de Salta, mientras que los otros dos acusados están alojados en la Unidad Carcelaria local.

Por su parte, el señalado autor material del ataque permanece a disposición del juez de Menores 1 y la fiscalía pidió que sea alojado en un instituto de máxima seguridad y sometido a un tratamiento psicológico y psiquiátrico.

En septiembre del año pasado, la fiscal penal 1 de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas, Ana Inés Salinas Odorisio, encargada de la investigación del hecho, pidió que sean sometidos a juicio los cuatro jóvenes como partícipes secundarios y los acusó de haber colaborado con el presunto autor material del crimen para descartar el cadáver, borrar huellas y hasta salir de paseo con la camioneta que le robaron a la víctima.

En el requerimiento, la fiscal consideró que el 31 de agosto de 2019, el menor identificado como el autor del ataque abordó a Palomo en el estacionamiento subterráneo de un supermercado del barrio Tres Cerritos, de la zona norte de la ciudad de Salta, y le propinó golpes y heridas mortales con un arma blanca.

Según la fiscal, el objetivo era apropiarse de la camioneta de la docente, tal como el sospechoso lo había anunciado previamente a su entorno social y familiar y por las redes sociales.

Sobre los otros acusados, la presentación fiscal establece que la ayuda posterior que le prestaron al autor "configuraría una participación secundaria", toda vez que los mismos, teniendo conocimiento del hecho que iba a cometer, aguardaron su llegada una vez consumado.

Luego, lo ayudaron a buscar el lugar propicio para descartar el cuerpo de la víctima, previo haber "usufructuado el vehículo obtenido en el hecho y utilizarlo para trasladarse, a modo de entretenimiento, por distintos puntos de la ciudad".

A esto lo realizaron, primero, transportando el cuerpo sin vida de la víctima y luego colaborando en lavar el rodado con el fin de hacer desaparecer los rastros del crimen, y alguno de ellos llegó incluso a asistir a una fiesta luego de descartar el cadáver de la víctima en un lugar donde pensaron no iba a ser encontrado, según detalló la fiscal.

La causa se inició por una denuncia realizada por la hermana de la víctima y el vehículo fue hallado la madrugada siguiente, a dos cuadras de su propia casa, con rastros de sangre y violencia en su interior, tras lo que fue encontrado el cadáver.