Un pescador de Neuquén alertó sobre una práctica alarmante en el embalse Alicurá, donde un criadero de truchas concesionado estaría utilizando detonaciones regulares para ahuyentar aves acuáticas. La denuncia apunta a un grave atentado contra la fauna local y la tranquilidad de la zona, sin que hasta el momento haya una respuesta de las autoridades.
Marcelo Domínguez, quien visitó el embalse Alicurá (kilómetro 1573) el fin de semana, relató a LU5 que él y su grupo comenzaron a escuchar fuertes "escopetazos" provenientes del área cercana a una jaula concesionada, donde se crían peces para su venta.
El pescador precisó que las explosiones eran constantes, con un patrón de "cuatro y cinco detonaciones" que se repetían cada veinte minutos. Tras acercarse al sector, concluyó que las bombas son colocadas para evitar que las aves de agua consuman el alimento de los peces del criadero.
Alarma por el daño ambiental y el turismo
Domínguez expresó su profunda preocupación ambiental, señalando que esta práctica no solo afecta a las aves, sino también a la vida silvestre circundante. "Más allá de las aves que van a comer, también afecta a la fauna en sí, hay zorros, jabalís, ciervos, muchos animales y sé que está prohibido", afirmó.
Además del impacto ambiental, el uso de explosivos está ahuyentando a los turistas. El denunciante recordó que una familia con un bebé tuvo que retirarse del lugar debido al llanto y el miedo del niño que provocaban los ruidos, y otros visitantes temían por sus mascotas.
Sin respuesta ni controles efectivos
El pescador lamentó la falta de respuesta de los organismos competentes. Aseguró haberse comunicado con el área de Fauna y el Gobierno, así como con el INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria), sin que ninguno tuviera conocimiento o pudiera confirmar la legalidad de estos dispositivos.
Domínguez también cuestionó la efectividad de los controles en el sector, explicando que el patrullaje de Fauna se realiza generalmente de noche, mientras que las detonaciones solo ocurren durante el día. Subrayó que él y su grupo son pescadores con permiso legal y que jamás habían presenciado este tipo de incidentes en el embalse.