Iban a Rosario. Ocurrió el fin de semana y uno de los pibes, el que manejaba, tomó el auto del padre, pasó a buscar al otro y arrancaron. Lo inexplicable es que condujeron 450 kilómetros sin que hubiera ningún control que los detuviera.
El objetivo era llegar a General Villegas, donde tenían pensado visitar a una amiga para luego seguir hasta Rosario, en Santa Fe, donde vive la madre de uno de ellos. Justamente fueron detenidos en Villegas.
Un amigo que estaba la tanto del plan, contó el recorrido y esto permitió ubicarlos. El padre y dueño del vehiculo fue quien realizó la denuncia de la desaparición del menor y del auto familiar, un VW Gol Power, color negro.
Para completar la aventura, alzaron a un hombre que hacía dedo y este les dio plata para la nafta, lo que les permitió continuar viaje.
“Sabe que se la mandó en grande", dijo el padre. “Ahora estoy un poco más tranquilo, sabiendo que el nene está bien y que esto no pasó a mayores. Pero muy indignado con la seguridad, porque se gastan tanta plata en cámaras y no entiendo cómo no vieron nada. Incluso les dije que podían haber ido para el lado de Villegas”, relató el dueño del auto a La Brújula 24, portal de Bahía Blanca.