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El Banco Mundial redujo la expectativa de crecimiento económico de Argentina para 2025 al 4,6%, según su último Informe Económico de América Latina y el Caribe. Esta cifra representa una baja significativa respecto al 5,5% que el organismo preveía en junio.

La corrección a la baja responde a la volatilidad macroeconómica que enfrenta el gobierno de Javier Milei, la cual ha endurecido las condiciones financieras locales. El Banco Mundial reconoce que la revisión se produce en medio de un consenso creciente sobre los riesgos de recesión en la actividad económica. Esta situación, unida a la alta probabilidad de recesión del 98,61% que marcó el Índice

Líder de la UTDT en agosto, intensifica el desafío político para el oficialismo de cara a las próximas elecciones de medio término.
Menos crecimiento, más incertidumbre global

El organismo atribuyó la revisión también a un entorno internacional menos favorable, marcado por altas tasas de interés globales y la persistente incertidumbre comercial generada por la guerra comercial de EE. UU.

A pesar del recorte, el 4,6% mantiene a Argentina con el segundo mayor incremento proyectado de la región, solo detrás de Guyana. El Banco Mundial espera que el repunte sea impulsado por la recuperación de las exportaciones agrícolas tras la sequía de 2023 y por los primeros signos de reactivación del consumo y la inversión.

El informe resalta que la fase inicial del plan de estabilización del Gobierno, que logró una desaceleración de la inflación y el superávit fiscal, contribuyó a mejorar los indicadores macroeconómicos. Sin embargo, advierte que la inversión se mantiene en niveles moderados, un problema estructural que limita el crecimiento a largo plazo y que obliga al país a enfrentar los desafíos regionales de baja inversión y déficits fiscales.