La Dra. Claudia Mariela Flores Larsen, Asesora de Incapaces, alertó sobre cómo el uso precoz de dispositivos electrónicos crea escenarios inéditos de fragilidad para los menores. Urge a la sociedad a reforzar mecanismos de protección y alfabetización digital.
El avance incontenible de la tecnología y el acceso cada vez más temprano a las pantallas están redefiniendo las problemáticas de la niñez y la adolescencia. En este contexto, la Dra. Claudia Mariela Flores Larsen, Asesora de Incapaces N°2, destacó la imperiosa necesidad de que las instituciones (Estado, familias y ámbito educativo) refuercen sus estrategias de acompañamiento y contención.
En una reciente entrevista con Aries, la funcionaria sostuvo que la sobreexposición a dispositivos y el consumo de contenidos digitales están generando un espectro de vulnerabilidades que antes no existían o permanecían en la invisibilidad.
Vulnerabilidades en el entorno virtual
La advertencia de Flores Larsen se produce en un marco simbólico: el aniversario de la Convención sobre los Derechos del Niño, firmada un 20 de noviembre de 1989. La Asesora explicó que los niños están interactuando con información, vínculos y narrativas para las que "no siempre están preparados", lo que amplifica los riesgos inherentes al desarrollo.
Los espacios virtuales, sobre todo las plataformas de mensajería y las redes sociales, se han convertido en un caldo de cultivo para diversas problemáticas. Entre ellas, la profesional mencionó el grooming, diversas formas de violencia simbólica, la aparición de trastornos emocionales y la complejidad de los vínculos interpersonales.
Adaptación de los Derechos y prevención
La experta hizo hincapié en que el marco legal que protege a la infancia, desde la Convención hasta las normativas locales, debe "adaptarse continuamente" a la dinámica del mundo digital. Derechos fundamentales como el derecho a ser oído, la protección integral contra la violencia y el resguardo de la identidad están siendo puestos a prueba en el ciberespacio.
Flores Larsen enfatizó que el camino no es la simple prohibición, sino la alfabetización digital y la prevención. "La prevención y la educación digital son indispensables. Hay que acompañar, no prohibir sin más, pero sí estar atentos", concluyó, llamando a la sociedad a asumir su rol en la vigilancia y la guía de los menores en este nuevo ecosistema tecnológico.
