En la segunda jornada del juicio por el asesinato de su hijo, María Graciela Sosa Osorio tuvo que recibir asistencia médica.
María Graciela Sosa Osorio, la madre de Fernando Báez Sosa, se descompensó esta tarde durante la segunda audiencia del juicio por el crimen de su hijo, por lo que debió recibir asistencia médica.
Mientras continuaban las declaraciones de los amigos de la víctima ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Dolores, la mujer se sintió mal y se retiró del recinto alrededor de las 18.30.
Inmediatamente ingresaron al lugar dos paramédicos en una ambulancia de un servicio de emergencias apostado en la puerta, sobre la calle Belgrano, y asistieron a Graciela en una sala contigua del mismo edificio judicial.
Por su parte, Silvino, el esposo de la mujer y padre de Fernando, permaneció en el interior del recinto hasta que minutos después concluyó la audiencia.
Fuentes cercanas a la familia Báez Sosa informaron a Télam que a la mujer "le subió la presión" y que tras ser asistida se encontraba "mejor".
El amigo de Fernando que rezó en plena calle para pedir que se salvara dijo que "fue una emboscada"
Juan Bautista Besuzzo, uno de los amigos de Fernando Báez Sosa que declarócomo testigo en el juicio por el crimen, aseguró que se trató de "una emboscada" y que al menos dos de los imputados golpearon a la víctima hasta que quedó inconsciente, lo que lo llevó a rezar en plena calle tras el ataque para pedir que se salvara.
El joven afirmó ante el Tribunal Oralque la agresión sufrida al salir del boliche Le Brique de Villa Gesell, no fue en el marco de "una pelea", sino que "fue una especie de emboscada".
También señaló que uno de los rugbiers, a quien identificó como Enzo Comelli (22), "le da una píña que a Fer lo sienta".
"Si tuviese que decir alguien, es Enzo Comelli; lo reconocí en rueda y por como estaba vestido", dijo Besuzzo y agregó: "Es quien le da uno de los primeros golpes y lo deja arrodillado."
A su vez, indicó que luego de que Báez Sosa quedó "medio inconsciente" y "sin poder hacer nada, rendido de rodillas", fue Máximo Thomsen (23) quien le dio "tres patadas" en la cabeza.
El testigo explicó que él mismo gritó "paren, paren" para tratar de frenar la agresión, y recibió "una piña" que lo "descolocó", por lo que cruzó la calle a pedir ayudar a los custodios del boliche del que habían sido echados minutos antes.
Besuzzo recordó, además, que le decía "tranquilo amigo vas a estar bien" a Fernando, aunque él no estaba consciente y tenía "los ojos cerrados".
Según declaró el joven durante la instrucción de la causa, tras advertir la gravedad de la situación en que se encontraba el joven estudiante de Derecho, desvanecido en la calle, sus amigos "estaban todos llorando" y él rezó para pedir que se salvara en plena Avenida 3.
"Mis amigos estaban todos llorando. Yo di vueltas y me dedique a rezar. Luego de 25 minutos llegó la ambulancia y se llevó a Fernando", relató en su momento en el expediente.
Para el Padre de Thomsen, en el juicio "queda claro que no existió un plan" para matar a Fernando
El padre de uno de los rugbiers acusados de asesinar a golpes a Fernando aseguró tras la segunda audiencia del juicio por el crimen que con los testimonios brindados por testigos del hecho "queda muy claro que no existió un plan" para matar al joven estudiante de Derecho.
"Con los testimonios queda muy claro que no existió un plan", aseguró a Télam Javier Thomsen a la salida de los tribunales de Dolores, donde se lleva a cabo el debate.
Luego de casi 10 horas de testimonios de una decena de amigos de la víctima durante ante el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de ese departamento judicial, Thomsen consideró que "declararon muy poco".
"No sé qué van a atestiguar los otros 170 testigos, si los amigos que estaban al lado declararon muy poco", señaló el hombre, quien siguió la audiencia en forma presencial y junto a otros padres de imputados.