Australia se ha convertido en el primer país del mundo en implementar una legislación de amplio alcance que prohíbe el uso de redes sociales a todos los menores de 16 años. La ley, que entró en vigencia este miércoles, tiene como principal argumento el severo impacto negativo que la exposición digital desregulada produce en la salud mental y emocional de los adolescentes.

La nueva normativa australiana abarca a las principales plataformas globales, incluyendo gigantes como Instagram, Facebook, YouTube, TikTok, Snapchat, Twitch, Kick, Reddit y Threads, entre otras. Las empresas tecnológicas quedan ahora obligadas a:

·Restringir la creación de nuevas cuentas a usuarios menores de 16 años.

·Eliminar las cuentas ya existentes que correspondan a este grupo etario.

La responsabilidad del cumplimiento recae directamente sobre las empresas, que deberán instaurar nuevos y rigurosos sistemas de verificación de edad. Las plataformas que incumplan la normativa se exponen a multas que alcanzan los 33 millones de dólares estadounidenses.

El motivo de la ley: proteger el bienestar mental

El argumento central que impulsó la aprobación de la ley, en noviembre pasado, es que el uso excesivo de estas plataformas está deteriorando la autoestima, el estado de ánimo y el bienestar general de los jóvenes, siendo el grupo de 14 a 16 años el más afectado.

Según las investigaciones previas a la ley, a tan corta edad, los menores no siempre poseen la capacidad de regular su propio consumo digital, lo que los deja más vulnerables a las dinámicas tóxicas del medio.

El primer ministro australiano, Anthony Albanese, reforzó esta postura con un argumento social:

"Con demasiada frecuencia, las redes sociales no son nada sociales. En cambio, se utilizan como arma para los acosadores, como plataforma para la presión social, como motor de la ansiedad, como vehículo para los estafadores y, lo peor de todo, como herramienta para los depredadores."

Resistencia de las tecnológicas

Pese a la aprobación de la ley, las grandes plataformas como Meta y YouTube manifestaron su desacuerdo, alegando la pérdida de cientos de miles de usuarios.

Aunque debieron acatar la medida, se anticipa que algunas empresas podrían presentar impugnaciones legales, como es el caso de Reddit, aunque su acción aún no ha sido confirmada oficialmente.