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Una profunda preocupación atraviesa al sector farmacéutico de todo el país debido a las demoras en los pagos por parte del PAMI. Fuentes de la industria aseguran que la obra social de los jubilados registra un atraso de entre 45 y 60 días en sus compromisos, lo que ha generado una deuda colosal que se estima en $400.000 millones de pesos.

La situación pone en jaque la atención a los afiliados, especialmente en los comercios independientes, que reportan serias dificultades para reponer el stock de medicamentos, llevando en algunos casos a la suspensión de servicios para los adultos mayores.

El PAMI niega el atraso, pero el sector farmacéutico lo confirma

El conflicto radica en la versión contradictoria de las partes. Mientras que desde el PAMI, dirigido por Esteban Leguizamo (médico con cercanía al ministro de Salud Mario Lugones), se niegan las demoras y se afirma que los pagos están al día, las farmacias pintan un panorama crítico.

Un portavoz del sector a nivel nacional explicó que el organismo "dejó de pagar por quincena y ahora lo hace por mes", acumulando ya dos liquidaciones pendientes. Los focos rojos más intensos se ubican en provincias como Misiones, Córdoba y Entre Ríos. Incluso el gobierno de Santa Fe ha reclamado una deuda propia superior a los mil millones de pesos.

Los laboratorios como "salvavidas" de la cadena de pagos

La presión por la falta de recursos del PAMI es tan alta que la propia industria farmacéutica ha intervenido. El último pago efectivo que recibieron las farmacias corresponde a la primera quincena de septiembre, y según fuentes del sector, este fue cubierto directamente por los laboratorios, nucleados en la Cámara Industrial de Laboratorios Farmacéuticos Argentinos (CILFA), para evitar un colapso antes de las elecciones.

Un empleado de droguería señaló que "los laboratorios son el principio y el fin de la cadena de pagos del PAMI". Tras esa inyección de capital de CILFA, la obra social habría repuesto ese dinero a los laboratorios, pero no a las farmacias, dejándolas sin liquidez para cubrir sus compromisos con las droguerías y renovar el inventario.

Una farmacéutica que exhibió un cronograma de pagos en rojo afirmó: "Tuvimos que poner plata de nuestro bolsillo para cubrir la ausencia del PAMI. Yo tengo el valor de dos departamentos en deuda. La cadena de pagos se descalzó y hay cuatro quincenas vencidas."

Tensión en Buenos Aires y el colapso de las farmacias de barrio

En la Provincia de Buenos Aires, donde operan más de 4.500 farmacias, la crisis afecta particularmente a los profesionales independientes. El Colegio de Farmacéuticos bonaerense (Colfarma) optó por no emitir declaraciones públicas sobre el atraso. Este silencio se atribuye a la cercanía de las elecciones del 26 de noviembre en la

Confederación Farmacéutica Argentina (COFA), donde su presidenta, Ale Gómez, compite por la conducción. La prioridad, según fuentes internas, es "no hacer olas" a pesar del riesgo real de que "los viejos se van a quedar sin medicamentos."

Mientras tanto, en provincias como Córdoba, el titular del Colegio de Farmacéuticos, Germán Daniele, fue explícito en su advertencia de un "colapso inminente" para las farmacias de barrio, con una deuda estimada solo en esa provincia de $15.000 millones.

La crisis se agrava tras la medida tomada al inicio de la gestión de PAMI de quitar a las farmacias la venta de pañales para adultos, un contrato que pasó a una empresa logística. Esto no solo significó un perjuicio económico para los comercios, sino que generó reclamos de jubilados por la baja calidad de los productos entregados a domicilio.