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La firma petroquímica atribuye el ajuste a una "reestructuración empresarial"

Una tensa disputa laboral se ha desatado en el partido bonaerense de Quilmes, donde la compañía petroquímica Sealed Air cesanteó a 89 empleados esta semana. La dirección de la empresa justificó la medida aduciendo la necesidad de una "reestructuración empresarial".

El impacto del recorte fue significativo, ya que afectó a una parte considerable de la plantilla, que hasta el momento estaba conformada por alrededor de 200 operarios y 100 trabajadores administrativos. Ante la decisión unilateral de la firma de embalajes protectores de alimentos, el personal afectado reaccionó de inmediato, impulsando un paro total de actividades en la planta.

Intervención ministerial y reincorporación provisoria

La rápida reacción de los trabajadores movilizó al Ministerio de Trabajo provincial. El jueves, los empleados fueron notificados de la convocatoria a una audiencia de conciliación en la sede del organismo de la Provincia de Buenos Aires.

Posteriormente, en una asamblea general, el Sindicato del Personal Petroquímico comunicó que la cartera laboral había dictado la conciliación obligatoria. Esta medida judicial implica la reincorporación temporal de los 89 trabajadores despedidos y abre un período de negociación de, al menos, dos semanas entre la compañía y sus empleados.

La empresa, una histórica del Gran Buenos Aires, indicó que su plan de reestructuración exige una reducción del 40% del personal. Sin embargo, los trabajadores han puesto en tela de juicio esta justificación productiva, argumentando que la fábrica mantiene desde hace años altos niveles de producción y jornadas laborales de hasta 12 horas, lo que cuestiona la verdadera razón detrás del ajuste.